El comienzo del curso escolar es un momento clave para determinar las capacidades psicológicas de los alumnos y comenzar, si es necesario, intervenciones tempranas para asegurar el éxito académico. Así lo afirman los expertos en neurodesarrollo de la Fundación Querer, quienes recomiendan realizar evaluaciones psico-pedagógicas durante las primeras semanas de septiembre para identificar las necesidades específicas de apoyo de cada alumno.

Estas evaluaciones son especialmente útiles en casos de trastornos como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), dislexia, discalculia, TEL (Trastorno Específico del Lenguaje) o TEA (Trastorno del Espectro Autista) en sus diferentes grados. Además, permiten detectar posibles riesgos de comorbilidad en materia de salud mental, abordando problemas desde sus primeros síntomas. «Nos referimos a niños y adolescentes neurotípicos que pueden sufrir depresión infanto-juvenil, trastornos leves de la personalidad, hiperactividad, bullying, o falta de apetito. Con el apoyo de un equipo multidisciplinar, las familias y los profesionales de sus colegios, estos problemas pueden superarse en un corto periodo de tiempo, evitando crisis mayores tanto para los pacientes como para sus familias», asegura José Luis Puche, director de la Fundación Querer.

El papel del gabinete psico-pedagógico y clínico de la Fundación Querer

El gabinete psico-pedagógico y clínico de la Fundación Querer está compuesto por un equipo multidisciplinar especializado en abordar los desafíos que enfrentan tanto niños neurotípicos como neurodivergentes en una sociedad cada vez más compleja. El objetivo es proporcionar las herramientas necesarias para afrontar con éxito tanto la vida cotidiana como los estudios. Reconocido como Centro de Referencia por la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), el gabinete aborda todo el espectro de necesidades educativas especiales, así como patologías de salud mental.

Los expertos de la Fundación recomiendan una evaluación lo más precisa y completa posible al inicio del curso para evitar el fracaso escolar. «Con una evaluación completa conocemos exactamente la situación del alumno al comienzo del curso y, por lo tanto, podemos diseñar una hoja de ruta que le permita alcanzar con éxito el mes de junio. Evitar las frustraciones infanto-juveniles que luego se reflejan en el desempeño escolar es tan sencillo como realizar una evaluación llevada a cabo por especialistas, que determine qué tipo de intervenciones son necesarias en los colegios ordinarios o con profesionales de cualquier localidad de España», afirma Puche.

Prevención como clave para el éxito escolar

La Fundación Querer insiste en que «más vale prevenir que curar«. Las evaluaciones tempranas y el trabajo conjunto de equipos multidisciplinares, familias y colegios son fundamentales para garantizar que los alumnos reciban el apoyo necesario desde el inicio del curso. De esta manera, no solo se promueve el éxito escolar, sino también el bienestar emocional y psicológico de los estudiantes, evitando problemas mayores en el futuro.