Hasta el 80 por ciento de los niños con trastorno del espectro autista (TEA) experimentan problemas de sueño. La fuente de estos problemas ha sido tan misteriosa como las causas exactas del TEA, que los científicos todavía están trabajando para desentrañar. Un nuevo estudio dirigido por un equipo de neurocientíficos en la Universidad del Estado de Washington ha acercado a los científicos a la identificación de las causas del sueño perturbado en el autismo, lo que podría abrir la puerta a futuros tratamientos que podrían brindar alivio a los niños con autismo y a sus cuidadores.

«Dormir mal no solo es un problema para las personas con autismo, sino que también es una de las principales preocupaciones entre los cuidadores», dijo Lucia Peixoto, profesora asistente de la Facultad de Medicina Elson S. Floyd de WSU y la principal investigadora y autora principal del estudiar. “Además, existe un vínculo claro entre los problemas del sueño y la gravedad de los síntomas centrales del autismo, como los desafíos sociales y de comunicación y los comportamientos repetitivos. Si podemos llegar a la raíz de estos problemas de sueño, esto también podría ayudar a aliviar otros síntomas del autismo «.

 

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