[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]María Bueno Aguilera
[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text responsive_align=»left»]En el post de hoy vamos a hablar del sentido del tacto, el más conocido de los tres sistemas sensoriales básicos junto con el sistema vestibular, y el sistema propioceptivo, de los que ya hablamos en pasados blogs.
A través del sentido del tacto aprendemos desde bebés a descubrir el mundo que nos rodea, usando incluso la boca para descubrir e interpretar formas y texturas.
El tacto nos permite encontrar cosas en los bolsillos sin necesidad de mirar, o saber que tenemos dentro del bolso, sin sacarlo.
El tacto es importante para el desarrollo de habilidades:
- Nos da información sobre el medio
- Nos da información sobre nuestro cuerpo
- Ayuda a crear el esquema corporal
Las funciones que conseguimos desarrollar con un correcto procesamiento de este sentido son:
- Motricidad fina (para manipular objetos, abrocharnos los botones…)
- Coordinación de los movimientos del cuerpo.
- Planeamiento motor: secuencia de acciones que debemos coordinar para conseguir un objetivo. Por ejemplo, si queremos coger un libro que está en la parte más alta de una estantería, quizá debemos buscar una silla, acercarla a la estantería, subirnos sobre la silla, coger el libro, y bajar de la silla.
Indicativos de problemas de la modulación táctil:
- Baja respuesta: Búsqueda constante.
- Nuestro organismo registra de manera pobre la entrada del sentido del tacto. Imaginad que teneis unos guantes puestos y tenéis que buscar algo en el bolso o en la mochila sin mirar, ¡todo nos parecería lo mismo en las manos sin llegar a encontrar lo que queremos!
-Se mete en la boca todo tipo de objetos no comestibles para explorarlos (la boca tiene una mayor percepción del tacto junto con manos y pies).
-Le gusta ir descalzo.
-Tiene problemas de coordinación
-Le cuestan las actividades manipulativas, como abrocharse los cordones o los botones de la camisa.
Alta respuesta: Evitación.
En este caso nuestro organismo registra de manera exagerada la entrada del tacto. Defensibilidad táctil.
-Pueden darse problemas de alimentación.
-No le gusta ir descalzo.
-Le molestan las etiquetas de la ropa por pequeñas que sean.
-No le gusta que le de el agua en la cara.
-Parece que le duele que le corten las uñas o el pelo.
-Tiene ciertos problemas con ciertas texturas, como la arena de la playa, plastilinas, materiales muy suaves como plumas…
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Entonces :
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