El deterioro cognitivo en la tercera edad es un desafío creciente que afecta la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. Los tipos más comunes de deterioro cognitivo están relacionados con la pérdida de memoria, que puede ser parte del envejecimiento normal o la antesala de demencias como el Alzhéimer, demencia vascular, demencia frontotemporal o el Párkinson. Estas condiciones no solo dificultan recordar información reciente, sino que también pueden provocar problemas de orientación, dificultades para realizar tareas complejas y cambios en el comportamiento y el estado emocional.

Para abordar estos problemas, la estimulación cognitiva grupal se ha convertido en una estrategia efectiva. Sara Herrero, neuropsicóloga y directora del Gabinete Multidisciplinar de la Fundación Querer, explica en detalle los beneficios de este enfoque.

¿Qué tipos de deterioros cognitivos son más comunes en la tercera edad y cómo afectan la vida diaria de quienes los padecen?

Los tipos más comunes de deterioro cognitivo que solemos encontrar en la tercera edad están mayormente relacionados con la pérdida de memoria, en ocasiones asociada al envejecimiento y otras veces como parte de un deterioro cognitivo leve o moderado, que podría ser la antesala del desarrollo de una demencia de tipo Alzheimer, vascular, frontotemporal o Parkinson, entre otras. Estas condiciones afectan negativamente la vida diaria, desde la dificultad para recordar información reciente hasta problemas de orientación y cambios en el comportamiento.

¿Podría explicar qué es la estimulación cognitiva grupal y cómo se aplica en el contexto de la tercera edad?

La estimulación cognitiva grupal consiste en realizar actividades que implican el funcionamiento de las funciones cognitivas a través de diferentes tareas de memoria, atención, lenguaje, beneficiándonos del trabajo en grupo. Involucra la participación de personas con un perfil cognitivo similar para realizar actividades estructuradas con el objetivo de mejorar o mantener las funciones cognitivas, emocionales y sociales. En el contexto de la tercera edad, se enfoca además en proporcionar un entorno de apoyo que fomente la interacción social y la participación activa.

¿Cuáles son los principales beneficios de la estimulación grupal para personas mayores con deterioros cognitivos?

En primer lugar, la estimulación cognitiva grupal pretende mantener o mejorar, siempre que sea posible, el funcionamiento cognitivo de los participantes. También busca beneficiar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, fomentando la autonomía. Además, obtendremos beneficios como la reducción del aislamiento social, los sentimientos de soledad y la mejora del estado de ánimo.

¿Cómo contribuye la estimulación grupal a mejorar o mantener las funciones cognitivas en este grupo poblacional?

La estimulación grupal utiliza actividades estructuradas para ejercitar diferentes funciones cognitivas de forma repetitiva y variada. Al proporcionar desafíos cognitivos en un entorno social, los participantes pueden mejorar sus habilidades de resolución de problemas, memoria y atención, entre otras. La interacción social y el compromiso emocional en un entorno positivo refuerzan el aprendizaje y la retención de nuevas habilidades.

¿Existen estudios o investigaciones que respalden la eficacia de la estimulación grupal en la mejora de la memoria, la atención y otras habilidades cognitivas?

Sí, varios estudios respaldan la eficacia de la estimulación grupal. Por ejemplo, investigaciones han demostrado que los programas de intervención cognitiva pueden ralentizar el declive de la memoria y la función ejecutiva en personas con deterioro cognitivo leve o demencia temprana. Además, la participación en actividades cognitivamente estimulantes se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar demencia.

Además de los beneficios cognitivos, ¿qué ventajas emocionales y sociales se pueden observar en los participantes de programas de estimulación grupal?

La estimulación grupal, siempre que se trate de un pequeño grupo homogéneo que comparta objetivos, proporciona beneficios importantes para la calidad de vida de los participantes. Reduce la sensación de soledad mediante la interacción social, lo que puede impactar positivamente sobre la sintomatología de ansiedad y depresión. Fomenta la participación en actividades promoviendo la pertenencia al grupo, el apoyo social y la sensación de utilidad, lo cual impacta en la autoestima y autoconfianza.

¿Qué tipos de actividades se utilizan comúnmente en las sesiones de estimulación grupal? ¿Podría dar algunos ejemplos?

Se utilizan actividades específicamente escogidas y diseñadas para estimular las diferentes funciones cognitivas. Algunas pueden ser más familiares, como puzles o juegos de mesa. En otras ocasiones, utilizamos textos, vídeos o tecnología, ejercicios verbales o visuales para el entrenamiento de la memoria o la atención, o materiales manipulativos.

¿Cómo se adaptan estas actividades a los diferentes niveles de deterioro cognitivo y capacidades individuales de los participantes?

Las actividades se adaptan ajustando la complejidad y el ritmo según las capacidades individuales de cada participante. Por ejemplo, se pueden ofrecer opciones de niveles de dificultad o proporcionar ayuda personalizada. Además, se utilizan evaluaciones iniciales para determinar el nivel de función cognitiva y adaptar las actividades de acuerdo a las necesidades y preferencias de cada paciente.

Para finalizar, ¿hay algún mensaje que le gustaría transmitir a las familias y cuidadores de personas mayores con deterioro cognitivo sobre la importancia de la estimulación grupal?

La estimulación grupal no solo ayuda a mantener las funciones cognitivas y físicas de las personas mayores, sino que también ofrece un valioso apoyo emocional y social. Es una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida y bienestar de las personas mayores con deterioro cognitivo, y ayuda a prevenir y detectar precozmente dificultades que podrían llevar al desarrollo de una demencia. Desde el Gabinete de la Fundación Querer, animamos a las familias y cuidadores a considerar estos programas como parte de un enfoque integral de cuidado, ya que pueden proporcionar un entorno enriquecedor y motivador para sus seres queridos y contribuir a mantener las funciones cognitivas en mejor estado durante más tiempo.