Respiración Oral
Es cierto que no es bueno que los niños respiren por la boca?
Descubre las consecuencias y efectos que una mala respiración puede tener en nuestros peques.
Respirar por la boca en lugar de respirar por la nariz tiene efectos bastante dispares en el cuerpo. No estamos preparados para respirar continuamente por la boca ya que esta diseñada para hacer sonidos, para comunicarnos y para alimentarnos. En cualquier otro momento, la boca debe permanecer en una posición relajada y cerrada.
Cuando hablamos de una respiración ideal, esta es silenciosa, rítmica y ocurre sin ningún esfuerzo.
El proceso óptimo seria que el aire se inhala por la nariz mientras los labios están cerrados, el diafragma empuja el aire hacia lo profundo de los pulmones llenándolos así completamente. Luego, libera el aire permitiendo que el cuerpo se oxigene y cuando el cuerpo está completamente oxigenado, lo que ocurre es que el sistema nervioso puede existir un estado relajado el cual es vital para que ocurran muchas otras funciones corporales.
Tenemos claro que la respiración a través de la boca tiene consecuencias más allá de lo que parece a primera vista. Hay consecuencias que son simplemente molestas y hay otras que nos afectan seriamente. Los problemas menores incluyen por ejemplo sequedad crónica en labios, boca y garganta. Esto no aumenta solo la propensión a las caries, sino que además puede afectar el desarrollo dental ocasionando dientes torcidos, una mandíbula poco desarrollada y por ende un desarrollo deficiente de la cara.
Otra cosa que tenemos que tener en cuenta es el cambio en el desarrollo muscular y estructural. Cuando la boca se deja abierta para respirar, tensamos los músculos de las mejillas. Estos músculos tensos aplican una fuerza externa a la mandíbula superior e inferior que crea un efecto de estrechamiento en los arcos dentales y la cara. Este mal posicionamiento bucal además afecta a la lengua, que está destinada a descansar naturalmente en el paladar y cae ahora en el piso de la boca. Esto también puede causar un estrechamiento en los arcos dentales, debido a la falta de presión lateral que ejercería la lengua en su postura natural. Por otra parte, la zona media de la cara no se desarrollará normalmente porque la lengua no empuja esta parte de la cara hacia afuera.
Como estrategia de compensación de un patrón de respiración anormal, el cuerpo desarrolla una postura incorrecta que se resume en la inclinación excesiva de la cabeza hacia adelante, lo que afecta a su vez los hombros y las cervicales, resultando en un cuello crónico apretado, dolor de cabeza y espalda, ya que esta intenta contrarrestar el peso de la cabeza. Estas malas posturas continúan causando cambios afectando toda estructura que depende de una alineación normal.
Pero además de las consecuencias estructurales hay cambios a nivel cognitivo, afectando entre otros la capacidad de atención y concentración.
La respiración por la boca, aunque no parezca tener relación directa, también afecta el desarrollo mental del niño. Debido a que los niños que respiran por la boca no están completamente oxigenados ( porque al usar la parte superior del cuerpo la respiración es poco profunda e insuficiente), a menudo no descansan bien durante la noche. Cuando se despiertan por la mañana, pueden sentirse cansados y tener dificultades para mantener la concentración y la atención.
Resumiendo, la respiración bucal es un tema del que no gusta mucho hablar. A menudo se acepta como normal, especialmente si un niño tiene congestión nasal. Sin embargo, respirar por la boca afecta todo: el desarrollo facial, la alineación y el funcionamiento del cuerpo y la agudeza mental.
Asique ya estamos avisados…en boca cerrada no entran moscas!
Nicole Hoyer, Logopeda de el cole de Celia y Pepe.
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