El CIBERER ya tiene en sus instalaciones la máquina que permite separar e individualizar las células presentes en fluidos orgánicos como puede ser una muestra de sangre, líquido cefalorraquídeo o fetal, con la finalidad de poder diagnosticar posibles enfermedades raras u otras patologías. Esta tecnología ha llegado gracias a la donación conjunta de Fundación Querer y Fundación Carrefour. Una aventura que empezó en el año 2019, liderada por la primera de ellas y que no encontró pocos palos en las ruedas, pero que, finalmente, se ha convertido en toda una realidad. Hablamos con el doctor Pablo Lapunzina, director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), quien el próximo 7 de mayo recibirá el Hero Award de la Fundación Querer.
P. Acabamos de conocer la donación de casi 100.000 por parte de Fundación Querer y Fundación Carrefour al CIBERER. ¿Cómo han recibido esta noticia en el departamento?
R. La noticia es estupenda. Se trata de una partida de 85.000 euros para la compra de este aparato. El resto, es un dinero que se va a repartir con Fundación Querer. El aparato ya está comprado, ya está aquí, en el CIBERER. Ahora, vamos a hacer el entrenamiento y la formación con la empresa que lo instala. Sin duda, ha sido una noticia estupenda, claro. Ahora, se abren muchísimas posibilidades para todos nuestros grupos de investigación.
P. Fundación Querer fue quién planteó esta idea en 2019. Por la magnitud, ¿es cierto que encontraban algunas dudas de que la iniciativa fuera a culminar satisfactoriamente?
R. Sí. Sobre todo, porque pasó bastante tiempo. Y, además, hubo una pandemia. Estuvimos mucho tiempo bajo la promesa de que sí iba a sucedes, pero no llegaba. Además, estuvimos envueltos en una circunstancia de gran incertidumbre. La empresa que diseñó el aparato fue comprada, a su vez, por varias empresas. Finalmente, fue Bio-Rad, una empresa tecnológica muy grande, la que se hizo cargo de la parte de ingeniería del aparato. Al fin, Bio-Rad ha diseñado y comercializado el aparato. Teniendo en cuenta todas estas complicaciones, más una pandemia de por medio, sí que hubo dudas de que no se podía completar la donación.
P. Lleva muchos años estrechamente ligado a la Fundación Querer. Carrefour ha sido otra de las partes implicadas. ¿Qué tal ha sido la compañía de estos compañeros de viaje?
R. Ha sido un auténtico placer. Llevamos muchos años trabajando con la Fundación Querer. Nuestro propósito es ayudarles en todo lo que podamos. En cuestiones de medicina, de genética, de asesoramiento directo a pacientes y profesionales. La relación se ha consolidado tras una larga trayectoria de muchos años. Siempre nos lo ponen muy fácil. Es verdad que no conocíamos a la Fundación Carrefour, y ha sido todo muy sencillo con ellos. Tienen un personal maravillosos y completamente volcado con el proyecto. Ha sido una relación muy cómoda y sencilla desde que se formalizó el acuerdo.
P. El dinero se destinará, principalmente, en la adquisición de un novedoso equipamiento. ¿Nos puede explicar, en líneas generales, en qué consiste esta tecnología?
R. Separar las células, tanto por tamaño como por funcionalidad de la célula. Este aparato permite combinar varias tecnologías. Podemos combinar la tecnología para realizar la separación por diferentes medios, como el magnético o los anticuerpos. El resultante final es que se logra separar las células para poder analizarlas y experimentar con ellas de manera individualizada.
P. ¿Cómo de grande, importante y diferencial es el salto cualitativo que se dará con el uso de esta tecnología respecto a los procesos que se han ido siguiendo sin ella?
R. Hay muchos grupos de trabajo que se podrán beneficiar de este aparato. Sobre todo, aquellos que dependan de todo lo que tenga que ver con la separación de fluidos orgánicos, como la sangre, el líquido cefalorraquídeo, la sangre paterna en casos fetales, el cáncer… Todos ellos, son grupos de investigación que pueden beneficiarse de ello. Tenemos la posibilidad de separar cuatro, cinco, siete células entre varios miles de millones. Para ello, hay que hacerlo a través de una tecnología que lo haga posible, y que lo haga de una forma eficiente. Ese es el gran salto cualitativo. Separar 10 mililitros de sangre, donde hay millones de glóbulos rojos y cientos de miles de glóbulos blancos, y poder separar, a voluntad, ocho o 10 células. Algo realmente muy difícil de alcanzar sin una tecnología como ésta.
P. ¿Se puede de hablar de cierto ‘optimismo’ tras la adquisición de este aparato?
R. Entramos en una fase adicional, que se suma a los trabajos de investigación que llevamos tiempo realizando sobre el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades raras. Este es el escenario en el que nos encontramos actualmente. Mejor que hablar de optimismo. Consideramos que no es ni optimista ni pesimista, es otra forma más de enfocar y encarar los aspectos biológicos en la investigación de las enfermedades raras.
P. Aprovechamos esta conversación para preguntarle por el Hero Award 2024, premio que va a recibir en mayo. ¿Cómo recibe este reconocimiento?
R. Muy agradecido. Creo que es un reconocimiento no a mi persona, sino a lo que representa la dirección científica del CIBERER, que es el cargo que ocupo. El reconocimiento no es a mí, considero que es a la institución que represento. Estamos totalmente agradecidos, es muy bonito recibirlo en nombre de todos mis compañeros.