Cuando estaba en tercer grado, con alrededor de 8 años, recuerdo que una amiga de la infancia amenazó con decirles a todos que tenía epilepsia. Me pareció una cosa tan extraña para una amenaza, ya que yo siempre he sido completamente abierto acerca de mi epilepsia y estoy cómodo hablando de ello con cualquiera que esté interesado.
Pensé en lo que dijo y en las palabras específicas que usó. Y me quedé con esto: “tengo epilepsia”. No me tiene a mí y no es todo lo que soy.
Es parte de mí y es algo con lo que tengo que lidiar en mi vida diaria. Puede limitarme a mí y a algunas de las cosas que puedo hacer, pero una condición solo te mantiene deprimido si lo permites.
No dejes que tu lucha se convierta en tu identidad.
Por eso intento enfocarme en los aspectos positivos de mi condición y pensar que, a pesar de todas las dificultades que conlleva mi epilepsia y las convulsiones nocturnas, aún logro vivir una vida saludable manteniendo una dieta saludable y una rutina de ejercicios. Después de 2 cirugías y numerosos medicamentos, sé que definitivamente no necesito hacer que mi sea más difícil fumando o bebiendo alcohol. Así que, si bien disfruto de una copa de vino ocasional o de champán en las celebraciones especiales, he eliminado el alcohol de mi dieta en su mayor parte. La cerveza sin alcohol me sienta de maravilla.
Y respecto del tabaco, hoy en día, con tanta tecnología, también hay muchas alternativas para fumar, como los vaporizadores que, además, vienen con tantos sabores diferentes y que no destruirán tus pulmones. Noto la diferencia considerable en cardio y resistencia entre fumadores y no fumadores en el gimnasio y durante el entrenamiento de jiu-jitsu. Parece una decisión tan fácil y obvia que me sorprende ver debates al respecto.
Cuando me pongo en contexto con lo que me identifico, es extraño para mí que la gente voluntariamente se ponga en desventaja. Nadie se pararía frente al fuego a respirar el humo o lucharía con una mano detrás de la espalda. Entonces, ¿por qué gastar dinero en cigarrillos para inhalar humo directamente en los pulmones cuando hay otras opciones disponibles?
Recuerdo que en los días de las cintas de VHS, mis hermanos y yo solíamos esconder los cigarrillos de mi padre en las cubiertas de cassettes de los videos que teníamos. Esta estrategia no funcionaba, la verdad, ya que mi padre iba a comprar más. Recientemente, mi papá superó un cáncer, por lo que estoy muy agradecido y siento que nuestra familia es muy afortunada, teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad.
Hay una serie de lecciones que tomo de todas estas experiencias. Una es hacer mi parte para limitar el estrés que pueda ocasionarle a las personas que amo al mantenerme saludable y recuperarme pronto de aquellas batallas como la neurocirugía.
Al fin y al cabo, la salud de cada uno de nosotros es nuestro propio asunto y todos tenemos nuestros vicios – postres, bebidas o fumar, etc. Todos tenemos nuestra manera de relajarnos y darnos un capricho. Asique, desde aquí animo a las personas a disfrutar de esos vicios con moderación e intentar no hacer la vida más difícil de lo que debe ser.
Around 3rd grade when I was about 8 years old I remember a childhood friend of mine threatened to tell everyone that I have epilepsy. It seemed like such a strange thing to say because I have always been completely open about my epilepsy and comfortable talking about it with anyone who is interested.
I thought about what he said and the specific words he used. I took this from it: I do have epilepsy. It doesn’t have me and it’s not all I am.
It’s part of me and it’s something that I have to deal with in my daily life.
It might limit me and some of the things I can do but a condition will only hold you down as much as you let it.
Don’t let your struggle become your identity.
I try to focus on the positive aspects of my condition and think in terms of despite all the struggles that come with my epilepsy and nightly seizures, I still manage to live a healthy life maintaining a healthy diet and exercise routine. After 2 surgeries and numerous medications that I’ve tried, I know that I definitely don’t need to make life any more difficult by smoking or drinking alcohol. So while I enjoy an occasional glass of wine with dinner or champagne to celebrate holidays, birthdays or other special occasions, I made a personal choice to remove alcohol from my diet for the most part. Alcohol-free beer suits me fine.
These days with technology advancing so rapidly, there are also plenty of alternatives to smoking such as vaporizers that comes with so many different flavors and won’t destroy your lungs. I notice the considerable difference in cardio and stamina between smokers and non-smokers in the gyms and during jiu-jitsu training. It seems like such an easy, obvious decision that it astounds me to see debated. When put in context that I relate to, it’s bizarre to me that people would willingly put themselves at a disadvantage. You wouldn’t stand over a fire and breathe in the smoke or fight with one hand behind your back…why would you spend money on cigarettes to breathe smoke directly into your lungs when other options are available.
I remember back in the days of VHS tapes my brothers and I used to hide my dad’s cigarettes in the cassette covers on the shelf of videos we had. This strategy didn’t work very well as he would tend to just buy more. Recently, my dad thankfully overcame cancer which I’m very grateful for and feel that our family is very fortunate considering how serious a condition that can be. There are a number of lessons that I take from that whole experience. One is to do my part in limiting the stress I might bring to lives of the people I love by staying healthy and healing from events shared by all of us like my neuro-surgeries for example.
At the end of the day everyone’s health is their own business and we all have our vices that we enjoy, whether desserts, drinks or smoking etc. We all have our ways to relax and treat ourselves. I would encourage people to use moderation and not make life harder than it has to be.
Teo Cochrane
Psicólogo con experiencia en la enseñanza.