La innovación continua es una de las señas de identidad de la Educación Especial. Bajo el marco del Congreso Nacional de Educación Especial, el espacio de Caixaforum acogió la mesa redonda «Experiencias educativas en entornos escolares,» moderada por Susana Lominchar, directora de El Cole de Celia y Pepe, en la que varios ponentes presentaron enfoques educativos innovadores que promueven la autonomía, el desarrollo personal y la inclusión para estudiantes con necesidades especiales. Desde la importancia del mobiliario, la temperatura o la luz, hasta la experiencia universitaria aplicada a alumnos de Educación Especial han sido temas que han centrado esta sexta edición de Congreso Nacional.
Abrió plaza Carpintea, el proyecto de Víctor Romero y Javier Villanueva, carpintero y diseñador, respectivamente, en colaboración con el colegio Cisen. Un programa aplicado en el aula-hogar del citado centro, un espacio que ayuda a los estudiantes de 16 a 20 años en la transición a la vida adulta. «Trabajamos la independencia y la autonomía en un entorno amueblado y seguro que replica espacios de la vida diaria», explicó Romero. El aula está equipada para actividades que abarcan desde el cuidado personal hasta tareas avanzadas como la planificación de eventos. En ese escenario tan medido, se desarrollan todas las actividades.
«El entorno físico es crucial: el nivel de luz, el sonido, incluso las texturas, influyen en el comportamiento y la percepción», subrayó Villanueva, destacando la importancia de un espacio bien diseñado que facilite la seguridad y el aprendizaje autónomo en los alumnos.
Experiencia universitaria
Desde la Fundación Promiva, Andrés Largacha Quintana presentó el Programa Avanza en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria. El proyecto, dirigido a jóvenes entre 18 y 25 años con discapacidad intelectual, busca dotarles de herramientas para el mundo laboral y la vida independiente pasando, antes, por la Universidad. «Queríamos un entorno abierto y flexible, como un campus universitario, donde los estudiantes se sientan valorados y aprendan que la sociedad es diversa», explicó. En este contexto, los alumnos cursan dos años de Educación Infantil o Márketing, según prefieran y, posteriormente, deben cumplimentar un año de prácticas en empresa. Pero la experiencia universitaria no queda ahí.
En este programa, los estudiantes comparten clases con universitarios en materias como inglés, dibujo o lectura, así como un programa de custodios. «Este intercambio es una oportunidad para los dos tipos de estudiantes. Nuestros chicos disfrutan de la experiencia universitaria, adquieren competencias y formación. Todo sin ser juzgados. Y los universitarios aprenden que no todo el mundo parte desde la misma posición, que las oportunidades no son iguales para todos, porque no todos somos iguales», defendió Lagarcha,
Reductores de la ansiedad
David Rivas, cofundador de AENILCE, y Adriana Fuertes, alumna de la Universidad Carlos III, participaron en la mesa redonda con su proyecto de sonidos binaurales para la reducción del estrés en familias con hijos gravemente afectados. “El sonido binaural conecta profundamente con el cerebro y puede inducir un efecto relajante,” explicó Rivas. Su equipo utilizó melodías especialmente creadas para generar ondas theta, que tienen un efecto analgésico en la ansiedad y el estrés. Todo, a través de un sistema de creación propia.
Los resultados fueron alentadores: «Registramos una reducción del estrés en el 80% de los participantes, alcanzando hasta 11 puntos de descenso en la escala GAD7 de ansiedad«, afirmó Fuertes, quien subrayó que este método, sencillo y remoto, es accesible a través de una aplicación móvil que facilita el uso diario.
Actividad física enriquecida
Por su parte, José Manuel Gómez, profesor de Educación Física en el Colegio María Corredentora, abordó la importancia del movimiento y los entornos enriquecidos para mejorar la salud y el desarrollo de los niños en educación especial. «Queremos que nuestros estudiantes se muevan activamente, porque el movimiento activo tiene un impacto directo en el sistema nervioso y la plasticidad neuronal«, comentó Gómez.
Los entornos escolares pueden potenciar el movimiento a través de espacios multisensoriales como piscinas, salas de columpios, canastas y rocódromos. Además, expuso cómo la actividad física influye positivamente en la salud mental mediante la liberación de endorfinas, serotonina y dopamina, mejorando así el bienestar emocional de los alumnos.
Una mesa redonda que cumplió su propósito, el de evidenciar cómo los entornos enriquecidos, la innovación y las estrategias de autonomía pueden transformar la educación especial, mostrando que estos enfoques personalizados tienen un impacto positivo no solo en el desarrollo de los alumnos, sino también en el bienestar de sus familias.