Mamá y el móvil

[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Mª Angustias Mariscal Navarro

Psicopedagoga y diplomada en Magisterio con amplia experiencia como educadora.

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Mamá y el móvil

Hoy me gustaría hablar de las nuevas tecnologías. Pero no vengo a contaros como las deberíamos introducir en la vida de nuestros niños ni cómo enseñarles a usarlas, con medida.

Hoy vengo a hablaros de nosotros, los padres, y el uso tan irresponsable que hacemos de las nuevas tecnologías. Últimamente leo por todos lados y escucho hablar a muchísimos padres de los problemas que tenemos con los niños y el enganche que tienen al móvil, a las redes sociales, a los juegos de la Tablet…etc. Pero no oigo a ningún padre reconocer que nos habría venido muy bien que nos enseñaran a nosotros como debemos usar todos estos medios de forma responsable.

Los niños aprenden por imitación, así que si nosotros usamos mal todos estos dispositivos, ellos también lo harán.
Las nuevas tecnologías han sido un avance importantísimo en todos los sentidos y nos ayudan a mejorar nuestra vida de muchas formas. Ha sido un gran avance. Entonces debemos pensar en todas las ventajas y cosas buenas que tenemos gracias a ellas y así, enseñárselo a nuestros pequeños. Gracias a ellas podemos comunicarnos sin necesidad de estar en nuestra casa, pero eso no quiere decir que debamos estar todo el día colgados al móvil hablando o mandando mensajes. Es mejor usarla para cuando haya que comunicar algo y luego quedar y relacionarnos en persona. Mucho mejor.

Podemos informarnos de muchísimas cosas pero no debemos estar buscando información todo el rato pasando de unos temas a otros. Vamos a ponernos un orden y podemos buscar un tema que nos interese, leer un poquito quedar y relacionarnos en persona. Mucho mejor.

Podemos jugar y practicar un montón de habilidades como la creatividad, memoria, visión espacial o resolución de problemas con juegos divertidos, pero incluso juegos tan didácticos deben ser usados un poquito y luego desarrollar todas esas habilidades en otro medio. E incluso se puede jugar a juegos que no aporten nada, aparentemente, solo por distraernos, pero no debemos emplear demasiado tiempo en eso.

Si todo esto lo aprendemos a hacer nosotros, nos resultará más fácil y será mucho más eficaz enseñárselo a nuestros hijos. El ejemplo lo es todo para ellos, si nosotros lo hacemos es que está bien.
Pues ya sabéis, no os dejéis llevar por lo hipnótico de las nuevas tecnologías y disfrutadlas con sentido común.

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