[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Andrea Rodríquez Martínez
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Los ojos de Andrea
Semana 5
Y octubre ya está aquí y con él se acerca Halloween; celebración cargada de ilusión y magia. Pepe siempre espera esta fecha con muchas ganas. El pasado fin de semana se fue con sus padres y su hermana a un lugar que aquí en EEUU llaman “Pick Your Own”. Se trata de una granja a la que acudes para recoger frutas y vegetales. Es una actividad muy lúdica y a la vez educativa; divertida para pasar en familia.
Regresó súper feliz y con dos calabazas enormes. Cada año Pepe realiza la “Pumpkin Carving”; nombre que se le da a la actividad de decorar la calabaza para Halloween. Cada octubre Pepe la realiza con Margarita, y este año también conmigo.
Es una actividad multisensorial y completa, aparte de motivadora, dinámica , divertida, educativa, etc.
Multisensorial porque es una actividad en la que, a través de sus sentidos (en este caso vista, tacto, gusto y olfato) se fortalecen y se amplían las conexiones neuronales de su cerebro. Y esto produce un mayor desarrollo de sus capacidades psicomotrices y cognitivas.
Y completa porque es una actividad que tiene la posibilidad de trabajar numerosos conceptos y habilidades, tales como la atención, concentración, creatividad y expresión, motricidad fina, secuencias temporales…. entre otras.
Lo primero que hizo Pepe fue, a través de unas tarjetas con dibujos, ordenarlas y explicar lo que había que hacer en cada una. Después, con la ayuda de Margarita, leyó los pasos a seguir para la elaboración y transformación de la calabaza. Pepe solo leía las palabras que conocía y que con anterioridad había aprendido.
Los pasos que seguimos para llevar a cabo la elaboración y transformación de la calabaza fueron los siguientes:
- Con un rotulador especial dibujamos el corte de la cabeza y luego Pepe dibujó los ojos, nariz y boca de la calabaza.
- Con un serrucho adecuado cortamos la cabeza y tallamos sus partes de la cara.
- Una vez abierta, con la ayuda de unas palas y de nuestras manos, se vació sacando todas sus semillas.
- Por último colocamos velas dentro y la cerramos con su correspondiente cabeza. Nuestra calabaza también tiene nombre, se llama Messi.
Otros años, durante esta actividad, Margarita me contó que a Pepe le costaba mucho estar enfocado y que incluso la parte de vaciar la calabaza no la quería hacer. Este año estuvo muy participativo, atento, contento e incluso toleró muy bien el sentir las semillas en sus manos.
“Los maestros que se divierten enseñando consiguen que los niños se diviertan aprendiendo”.
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Andrea Rodríguez Martínez
Diplomada en Educación Infantil.
Licenciada en Psicopedagogía.
Amplia experiencia docente en enseñanza infantil y primaria.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][/vc_column][/vc_row]
