Alguna vez, Einstein contó que no dijo sus primeras palabras hasta los cuatro años. Según cuenta la anécdota, el niño genio habló cuando tuvo algo que decir. ¿Qué hace falta para que un niño hable? Tener la necesidad de expresar algo. Para que los niños hablen hay que contarles historias con las que se identifiquen, historias cercanas a ellos. Te invitamos a leer y a conversar con los niños a partir de estas pequeñas historias.
Cuéntales cuentos
Hay niños que comienzan a hablar desde muy pequeños, y hay también quienes se toman su tiempo y empiezan a hablar cuando la necesidad es grande. Antes o después, los niños terminan hablando. Una vez que empiezan, no hay quien los detenga.
Estos cuentos para fomentar el habla no tienen como objetivo acelerar el proceso que cada niño tiene. En cambio, son una herramienta útil para motivar a los niños a expresarse.
Al leerles estos sencillos cuentos, los padres fortalecen su vínculo emocional. Además, al ser temas cercanos a los pequeños, los padres promueven su atención y, por lo tanto, su participación. Por otra parte, de sobra hemos escuchado que los cuentos ayudan a desarrollar la imaginación de los niños y que les amplían su vocabulario: entre más palabras posea un niño, mejor será su capacidad para expresarse.
Instrucciones para los padres
Dejen a un lado los mensajes del teléfono y demás distractores, y dediquen un poco de su tiempo a contarles estas pequeñas historias a sus niños, en las que sus jóvenes personajes se sorprenden del mundo que les rodea. Hay cientos de cuentos clásicos de dónde escoger o puedes crear tus propias historias.
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