[vc_row][vc_column][vc_column_text]Una fiesta de Año Nuevo en Bali Tuve una convulsión y me alegré de tener amigos cercanos y mis hermanos que sabían lo que estaba sucediendo y qué hacer. Recuerdo que me sentí aturdido, confundido y desequilibrado. Escuché la voz de mi amiga Piper tratando de manejar la situación y el pánico. Ella estaba buscando mi medicamento y logré decirle, a medias lenguas y haciendo un gran esfuerzo para que me salieran las palabras, que había más de uno.

Otro factor fastidioso a tener en cuenta es la gran cantidad de medicamentos que debes recordar tomar en diferentes momentos. Cuando era pequeño y me iba a jugar a casa de un amigo o montaba en bicicleta, me molestaba muchísimo interrumpir la diversión para ir a tomar medicamentos. Tenía entre 10 y 15 años y jugar con mis amigos era una prioridad.

La primera vez que olvidé decirle a una chica con la que estaba saliendo sobre mi epilepsia también fue la última vez que lo olvidé. Esta chica resultó ser católica y supersticiosa. Después de acostarme y dormirme tuve un ataque y me desperté con esta chica aterrorizada al final de la cama pensando que estaba poseído. Si no has visto la película «el exorcista», échale un vistazo. Es un clásico. Sin embargo, esto no fue divertido ni entretenido. Estaba cansado y quería darme la vuelta e irme a dormir. Sin embargo, no podía dejar a esta pobre chica sin explicación. Pensé, si solo le hubiera dicho antes… Le expliqué que tenía epilepsia y la tranquilicé lo suficiente como para volver a dormir.

La lección que aprendí de estas experiencias es que mientras más personas saben acerca de tu condición, más pueden ayudarte. Desde entonces he sido abierto sobre mi epilepsia con todos los que conozco.

friends

Do you tell people about your epilepsy or feel that it’s no one’s business?

One New Year’s party in Bali I had a seizure and I was glad that I was around close friends and my brothers who knew what was happening and what to do. I remember feeling dazed and confused and out of balance. I heard my friend Piper’s voice trying to handle the situation and the panic. She was looking for my medication and I managed to tell her forcing the words out that there were more than 1.

Another annoying factor to deal with is the multitude of medication to remember to take at different times. When I was little and out playing at a friend’s house or riding my bike, it would annoy me so much to have to interrupt the fun I was having to go take medicine. I was between 10-15 or so and playing with my friends was a priority.

The first time I forgot to tell a girl who I was sleeping with about my epilepsy was also the last time I ever forgot. This girl happened to be catholic and superstitious. After going to bed and falling asleep I had a seizure and woke up to this terrified girl at the end of the bed thinking I was possessed. If you haven’t seen the movie “the exorcist”, check it out. It’s a classic. This however wasn’t fun or entertaining. I was tired and wanted to roll over and go to sleep. I couldn’t leave this poor girl with no explanation though. I thought, if only I had told her earlier. I explained that I had epilepsy and calmed her down enough to get back to sleep.

The lesson I took from these experiences was that the more people know about your condition the more they can help. Since then I’ve been open about my epilepsy with everyone I meet.

 

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Entonces : 

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teo

Teo Cochrane

Psicólogo con experiencia en la enseñanza.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Teo Cochrane

 

Psicólogo con experiencia en la enseñanza.

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Una fiesta de Año Nuevo en Bali Tuve una convulsión y me alegré de tener amigos cercanos y mis hermanos que sabían lo que estaba sucediendo y qué hacer. Recuerdo que me sentí aturdido, confundido y desequilibrado. Escuché la voz de mi amiga Piper tratando de manejar la situación y el pánico. Ella estaba buscando mi medicamento y logré decirle, a medias lenguas y haciendo un gran esfuerzo para que me salieran las palabras, que había más de uno.

Otro factor fastidioso a tener en cuenta es la gran cantidad de medicamentos que debes recordar tomar en diferentes momentos. Cuando era pequeño y me iba a jugar a casa de un amigo o montaba en bicicleta, me molestaba muchísimo interrumpir la diversión para ir a tomar medicamentos. Tenía entre 10 y 15 años y jugar con mis amigos era una prioridad.

La primera vez que olvidé decirle a una chica con la que estaba saliendo sobre mi epilepsia también fue la última vez que lo olvidé. Esta chica resultó ser católica y supersticiosa. Después de acostarme y dormirme tuve un ataque y me desperté con esta chica aterrorizada al final de la cama pensando que estaba poseído. Si no has visto la película «el exorcista», échale un vistazo. Es un clásico. Sin embargo, esto no fue divertido ni entretenido. Estaba cansado y quería darme la vuelta e irme a dormir. Sin embargo, no podía dejar a esta pobre chica sin explicación. Pensé, si solo le hubiera dicho antes… Le expliqué que tenía epilepsia y la tranquilicé lo suficiente como para volver a dormir.

La lección que aprendí de estas experiencias es que mientras más personas saben acerca de tu condición, más pueden ayudarte. Desde entonces he sido abierto sobre mi epilepsia con todos los que conozco.

 

 

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Do you tell people about your epilepsy or feel that it’s no one’s business?

One New Year’s party in Bali I had a seizure and I was glad that I was around close friends and my brothers who knew what was happening and what to do. I remember feeling dazed and confused and out of balance. I heard my friend Piper’s voice trying to handle the situation and the panic. She was looking for my medication and I managed to tell her forcing the words out that there were more than 1.

Another annoying factor to deal with is the multitude of medication to remember to take at different times. When I was little and out playing at a friend’s house or riding my bike, it would annoy me so much to have to interrupt the fun I was having to go take medicine. I was between 10-15 or so and playing with my friends was a priority.

The first time I forgot to tell a girl who I was sleeping with about my epilepsy was also the last time I ever forgot. This girl happened to be catholic and superstitious. After going to bed and falling asleep I had a seizure and woke up to this terrified girl at the end of the bed thinking I was possessed. If you haven’t seen the movie “the exorcist”, check it out. It’s a classic. This however wasn’t fun or entertaining. I was tired and wanted to roll over and go to sleep. I couldn’t leave this poor girl with no explanation though. I thought, if only I had told her earlier. I explained that I had epilepsy and calmed her down enough to get back to sleep.

The lesson I took from these experiences was that the more people know about your condition the more they can help. Since then I’ve been open about my epilepsy with everyone I meet.

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Teo Cochrane

Psicólogo con experiencia en la enseñanza.

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