“Llegado el día de la carrera, arrancaron ambas al mismo tiempo. La tortuga nunca dejó de caminar y a su lento paso pero constante, avanzaba tranquila hacia la meta. En cambio, la liebre, que a ratos se echaba a descansar en el camino, se quedó dormida. Cuando despertó, y moviéndose lo más veloz que pudo, vió como la tortuga había llegado de primera al final y obtenido la victoria.”
El cuento conocido por todos es el de la carrera en la que la liebre, aventajando en mucho a la tortuga, se echa a dormir debajo de un árbol y al final es adelantada y vencida por ésta: la evidente moraleja es que la constancia puede resultar superior al talento, que la mejor lotería es el trabajo de cada día.
Descubre más sobre esta bonita historia en este divertido video :
Esperemos que este cuento se convierta en “tu cuento”, el cuento que todos consideramos como nuestro y al que volvemos una y otra vez.
¡Feliz día!
Patricia Sánchez Rodriguez-Estremera
Experta en «lecturas con neuronas» y mamá de Javier.