Los investigadores informan que las deficiencias en la comunicación neuroprotectora entre vasos sanguíneos neuronales, astrocitos y neuronas pueden ser un factor temprano en la forma en que la presión arterial alta puede afectar la función cognitiva.
La hipertensión comprimida que provoca la fragilidad de los vasos sanguíneos en el cerebro parece alterar un proceso normal y protector que equilibra la sangre que fluye a nuestros cerebros con la actividad de nuestras neuronas en reposo.
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