En un mundo donde la comunicación es la base de nuestras relaciones y actividades cotidianas, la terapia del lenguaje especializada en lengua de signos se presenta como una herramienta esencial para personas con dificultades auditivas o comunicativas. Esta es la idea bajo la que trabaja el Gabinete Multidisciplinar de la Fundación Querer. Entre sus servicios, ha incluido la terapia con lengua de signos.

Paloma Lafuente, especialista en lenguaje en español e inglés e intérprete de lengua de signos, es la responsable de realizar estas sesiones terapéuticas, quien nos ha ayudado a alcanzar una visión detallada sobre la relevancia de este tipo de terapia y su impacto positivo en la vida de sus pacientes.

El terapeuta del lenguaje especializado en lengua de signos desempeña un rol fundamental al proporcionar a sus pacientes métodos efectivos para comunicarse. Según Lafuente, “las terapias son más didácticas, el juego y los signos con apoyo oral son la base de las terapias, uso mucho apoyo visual para introducir todos los signos nuevos y que los pacientes vayan adquiriéndolos”. Este enfoque lúdico y visual no solo hace las sesiones más entretenidas, sino también más efectivas.

La principal ventaja de la terapia del lenguaje en lengua de signos radica en su capacidad para integrar a las personas en la sociedad. Lafuente enfatiza que “la comunicación es la base de nuestra sociedad, si una persona no puede comunicarse pierde muchísima conexión con el mundo, los signos hacen que se integren, que puedan comunicar sus sentimientos, ideas y necesidades”. Los signos permiten a estas personas expresar sus sentimientos, ideas y necesidades, mejorando significativamente su calidad de vida.

Para convertirse en un terapeuta del lenguaje experto en lengua de signos, se requiere una formación específica. Lafuente menciona que “se necesitaría tener un curso de intérprete de lengua de signos y másters en atención temprana y logopedia, o carrera de logopeda y el curso de intérprete”. Esta formación garantiza que los terapeutas estén preparados para abordar las diversas necesidades de sus pacientes.

La intervención temprana es otro aspecto crucial en el desarrollo del lenguaje en niños sordos, con pérdida auditiva o problemas de comunicación. Lafuente subraya que “es fundamental, cuanto antes se empiece mejor, los niños aprenden muy rápido los signos y así tienen la facilidad de comunicar lo que quieren y necesitan. Con una intervención rápida conseguiremos menos frustración y más comprensión y comunicación”.