El Parlamento Europeo ya ha cerrado su mandato para negociar con el Consejo la puesta en marcha de la Tarjeta Europea de Discapacidad, que se prevé que esté disponible en las próximas semanas, pues el acuerdo en trílogo es factible a corto plazo. El mandato de la Eurocámara, confirmado este miércoles en el pleno de Estrasburgo y elaborado por la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, introduce plazos para la emisión y renovación de las tarjetas: 60 días para la tarjeta de discapacidad de la UE y 30 días para la tarjeta de estacionamiento. El Parlamento también introduce la opción de solicitar una versión digital de la tarjeta de estacionamiento, que deberá estar lista en 15 días.
Los diputados proponen que ambas tarjetas estén disponibles en formato físico y digital y sean gratuitas. Quieren que las normas y condiciones cuando alguien solicite la tarjeta estén disponibles en formatos accesibles, incluidas las lenguas de signos nacionales e internacionales y el braille, y en un lenguaje fácilmente comprensible.
Lucia Ďuriš Nicholsonová, la eurodiputada liberal ponente de la iniciativa, explicó que esta ley no solamente facilitará los desplazamientos, «sino que hará realidad el compromiso del Tratado de la UE con la libre circulación de todos los europeos». Además, es optimista de cara al pacto final, que está todavía pendiente: «Creo que hay buena voluntad política tanto en el Parlamento como en el Consejo para llegar rápidamente a un acuerdo». Pero al mismo tiempo avisa de que el tratamiento de este asunto es un proceso, por lo que, asegura, esta norma «es el principio, no el final».
«La lucha para que las personas con discapacidad tengan los mismos derechos que cualquier otro ciudadano de la UE es a largo plazo y tenemos que introducir cambios en la legislación de la Unión, especialmente en el ámbito de la protección social», concluyó la eurodiputada eslovaca después de conocerse el mandato del Parlamento Europeo.
Para garantizar el acceso a las prestaciones y a la asistencia social de las personas que trabajan o estudian en otro Estado miembro, los eurodiputados modificaron la propuesta para proteger temporalmente a los titulares de la Tarjeta Europea de Discapacidad que se desplazan a otro Estado miembro por motivos de trabajo o estudios, hasta que se reconozca formalmente su estatus, incluidos los que viajan en el marco de un programa de movilidad de la UE, como Erasmus+.