El acoso escolar es una de las principales barreras psicológicas, emocionales, sociales y educativas en el desarrollo de la personalidad infantil. A pesar de la sensibilización de los últimos años sobre esta problemática, faltan investigaciones rigurosas actualizadas que dimensionen este fenómeno en nuestro país. Por ese motivo, la Fundación ColaCao junto con la Unidad de Psicología Preventiva de la Universidad Complutense de Madrid, han llevado a cabo una investigación social para conocer cuál es la realidad del bullying en nuestro país, considerando las perspectivas de víctimas, acosadores y testigos. Los resultados han sido expuestos en el I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia presentado este jueves.
El estudia arroja un dato preocupante. El 35% de los niños que sufren acoso escolar reportan dificultades en el aprendizaje. La discapacidad, por tanto, se convierte en un factor que, según el informe, incrementa el riesgo de ser elegido víctima de acoso escolar.
Se trata de una de las investigaciones más completas sobre acoso escolar y ciberacoso que ha habido hasta la fecha en España, con una participación de 20.662 estudiantes – entre los niveles de 4º de Educación Primaria a 4º de Educación Secundaria Obligatoria- de las 17 comunidades autónomas, de un total de 325 centros educativos.
Dentro de la diversidad funcional, son de nuevo las dificultades para aprender las más reconocidas (37,9%) entre los factores de riesgo para sufrir acoso, seguidas del resto de dificultades por las que se pregunta con pocas diferencias entre ellas: de visión (17,7%), de movilidad (16.9%) y de audición (14,5%).
El hecho de que estos tres porcentajes sean muy superiores al preguntar a quienes han presenciado o ejercido acoso que a quienes lo han sufrido, recoge el estudio, puede estar relacionado de nuevo con la gravedad y visibilidad que estas características de la víctima han tenido en la agresión.
Con el objetivo de analizar dicha relación, la que hay entre bullying escolar y discapacidad, se preguntó si se tenía alguna de las cuatro dificultades siguientes, encontrando que las cuatro y sobre todo la de aprender, incrementan el riesgo de ser elegido víctima de acoso escolar durante los dos últimos meses:
- Dificultades para ver. El 11,4% de quienes responden tener dichas dificultades se reconoce víctima de acoso escolar.
- Dificultades para oír. El 16,4% de quienes responden tener dichas dificultades reconoce haber sufrido acoso escolar. 11
- Dificultades para moverse. El 13,3% de quienes responden tener dichas dificultades se reconoce víctima de acoso escolar.
- Dificultades para aprender. El 12,3% de quienes responden tener dichas dificultades reconoce haber sufrido acoso escolar. Representan el 34.1% de las víctimas de acoso escolar.
Es decir que una de cada tres víctimas de acoso escolar reconoce tener dificultades para aprender. Los porcentajes de acosadores y testigos que atribuyen la victimización a los cuatro tipos de diversidad anteriormente mencionados (37,9% sobre aprendizaje, 17,7% de visión, 16.9% de movilidad, y 14,5% de audición) son más elevados (sobre todo en las dificultades sensoriales y de movilidad), lo cual refleja su elevada visibilidad y que puede incrementar el daño que produce.
El 19% del alumnado ordinario, 15 puntos por debajo que la estadística en alumnos con diversidad funcional, asegura sufrir acoso escolar, según el informe. Este porcentaje del alumnado reconoce haber sufrido situaciones de maltrato entre estudiantes que podrían derivar en acoso escolar, tales como llamar por motes o burlarse. En el caso del ciberbullying, las víctimas de estas situaciones ascienden al 10,3%.
Se reconoce como acosadores un 2,1%: hay un acosador por cada dos clases. Un 16,3% de estudiantes- casi 5 estudiantes por aula- afirman haber presenciado situaciones en las que se ha acosado a un compañero del mismo centro en los últimos meses.
La gravedad incrementa en lo que a suicidio se refiere. La relación del bullying y quitarse la vida es muy alarmante: en el caso del acoso escolar, el 20,4% de las víctimas y el 16,8% de los acosadores declaran haber intentado quitarse la vida alguna vez. En el caso del ciberacoso, este dato es del 21,1% de las víctimas y del 24,9% de los acosadores.
Así lo recoge el I Estudio sobre el acoso escolar y el ciberacoso en España en la infancia y la adolescencia elaborado por la Fundación ColaCao y la Universidad Complutense de Madrid. La investigación, una de las más completas hasta la fecha en nuestro país con una muestra de casi 21.000 estudiantes de las 17 comunidades autónomas, refleja que desde 4º de primaria hasta 4º de secundaria hay un 6,2% de alumnos que se reconocen como víctimas de acoso escolar.