Darwin Ecosystem ha estado durante mucho tiempo en el negocio de la detección de patrones. La compañía utiliza el aprendizaje automático para predecir las tendencias en los mercados financieros, analizar ensayos para las academias de policía para determinar si los alumnos serían una buena opción y trabajar con los departamentos de recursos humanos para identificar los rasgos de los mejores empleados.
Pero la compañía de inteligencia artificial está trabajando en su proyecto más ambicioso hasta la fecha: desarrollar un sistema que rastree las ondas cerebrales, reconozca los patrones e interprete las intenciones detrás de ellos. Podría desbloquear la comunicación para adultos y niños que no pueden hablar.
El proyecto aún se encuentra en sus primeras fases, pero fue reconocido esta primavera en South by Southwest. La compañía, que tiene unos 15 empleados, fue finalista en los Premios de Innovación Interactivos de la conferencia tecnológica de Austin por su trabajo en inteligencia artificial y aprendizaje automático.
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