El abordaje multidisciplinar de la discapacidad es fundamental para garantizar una atención integral y adaptada a las necesidades específicas de cada paciente. Tal y como reconocen los expertos crucial reconocer que las personas con discapacidad pueden enfrentar una amplia gama de desafíos físicos, emocionales y sociales. Por lo tanto, un equipo multidisciplinario compuesto por profesionales de la medicina, la psicología, la terapia ocupacional, la fisioterapia, entre otros, puede proporcionar una atención holística que aborde todas las áreas de la vida de la persona.

Por otro lado, más allá de los desafíos físicos, las personas con discapacidad enfrentan una carga significativa en términos de salud mental, que puede surgir de la propia limitación, la estigmatización social, las barreras de acceso a la atención médica y la falta de apoyo adecuado. Por ello, los psiquiatras recuerdan que no solo destaca la importancia de abordar la salud mental como parte integral del cuidado de la discapacidad, sino que también subrayan la necesidad urgente de medidas y servicios que aborden de manera efectiva estas complejas interacciones, garantizando así una atención completa y equitativa para todas las personas con discapacidad.

Iria Rodríguez es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y especialista en Psiquiatría en Hospital Universitario de Guadalajara. Además, desde hace un año, Rodríguez es la psiquiatra del Gabinete Multidisciplinar de la Fundación Querer, donde ha participado en las V Jornadas Neurocientíficas y Educativas.

¿Qué tema ha abordado en su ponencia?

Pues, yo creo que lo importante que tenemos que saber cuando hablamos de salud mental en niños y adolescentes es que todo influye. No es solamente elegir un colegio o que se puedan desarrollar de manera amplia, sino que las relaciones sociales influyen significativamente. Sobre todo, me gustaría que quedara claro un mensaje: si un niño o un adolescente no va a clase, no va al colegio o va y va mal, eso es un síntoma de que hay algo que no está funcionando bien en su salud mental.

Muchos niños se sienten desplazados en la educación ordinaria. ¿Cómo de importante es el entono?

Cuando hablamos de niños con necesidades especiales, al final no es un conjunto homogéneo de necesidades. Están los niños que tienen discapacidades severas y los niños que tienen discapacidades moderadas que sí se pueden atender en un aula ordinaria.

Pero también tenemos que entender que los niños con una discapacidad específica van a responder mejor cuando el entorno es más amable. Al final, tener compañeros de clase con los que se puedan relacionar de tú a tú, sin ser vistos como los distintos o diferentes, influye en el autoconcepto del niño. Eso quiere decir que ellos pueden desarrollarse en entornos ordinarios, pero las necesidades educativas deben ser atendidas en un entorno en el que se sientan a gusto y no señalados.

Vivimos un tsunami alrededor de la salud mental. ¿Cómo lo están abordando desde la psiquiatría?

Nosotros estamos en una pandemia de salud mental que comenzó justo después de que terminara la pandemia por COVID-19. Como se ha comentado en otras ponencias, no sabemos muy bien por qué, pero es verdad que fue un estresor muy grande que afectó a cerebros en una fase importante de formación. El aislamiento y la pérdida de relaciones sociales han influido en los adolescentes y niños actuales.

¿Cuál es el reto a futuro?

Yo diría que estemos más conectados, que se pueda hablar más entre nosotros. Al final, nuestros niños y adolescentes pasan ocho horas al día en un lugar donde nosotros, como profesionales de la salud mental, no tenemos acceso. Si nosotros pudiéramos estar allí, si la relación con los profesores y con los equipos de orientación fuera más fluida, sería mucho más sencillo para nosotros y para los pacientes.

¿Encuentran casos en los que los padres se muestran escépticos con el tema de la salud mental?

Hay una parte de concienciación sobre la salud mental y también otra parte que desestima su importancia, diciendo que la salud mental es un invento y no hay que poner tratamiento. Yo lo que diría es que, si en tu casa hay un adolescente o un niño pequeño y hay cosas que no te cuadran, que te llaman la atención y piensas que no están funcionando bien, pide ayuda. Solicita una cita o habla con el colegio, porque ellos también te pueden ayudar. Puede estar pasando algo que se interpreta como algo normal de la adolescencia, pero lo importante es la prevención. Intentar que las cosas no vayan a más, porque cuanto más tiempo pasa sin dar respuesta a una necesidad, peor será el resultado.