En el marco del Día Internacional de Concienciación sobre el Cáncer de Mama, y el mes de la concienciación sobre la salud mental, queremos destacar la valentía de las madres que enfrentan a un doble desafío; a esta enfermedad mientras cuidan de sus hijos con discapacidad. A menudo, estas mujeres luchan no solo contra el cáncer, sino también contra las dificultades adicionales que implica proporcionar un apoyo especializado a sus hijos.
Las estadísticas indican que el cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes de cáncer entre las mujeres en todo el mundo. Cada año, miles de mujeres reciben este diagnóstico que cambia su vida. Pero en algunos casos, las madres que enfrentan esta enfermedad también son cuidadoras de hijos con discapacidad, lo que agrega una capa adicional de complejidad a su experiencia.
Las madres que se encuentran en esta situación se enfrentan a desafíos emocionales y físicos significativos. El equilibrio entre la atención médica y las necesidades de sus hijos puede ser un acto complejo. El miedo, la ansiedad y la confusión pueden manifestarse de diversas maneras en función de la edad y la capacidad del niño e incluso la falta de comprensión de la situación puede generar estrés y dificultades emocionales.
El testimonio de Merche y Djazia
Merche y Djazia son dos buenos ejemplos de ello. Sin fuerzas y sin defensas por la quimio, han tenido que seguir remando para que el bienestar de sus pequeños no se viera alterado. Cirugías, radioterapia, tratamientos orales e intravenosos… Nada ha sido capaz de separar a estas dos madres de sus hijos con discapacidad. No sólo coinciden en su historia, sino en su reivindicación: las dos se han visto solas.
Djazia tiene 42 años. Su hijo Hossam tiene 8 años, va a 3° de primaria y tiene autismo. Vive en Pioz con su marido, con Hossam y con su otro hijo, de 12 años. Sin familia en España, se ha visto sin ayuda a la hora de atender a su hijo mientras lucha contra el cáncer. «Lo peor fue cuando entré en quirófano. A mí marido ya no le quedaban días libres y no tuve a nadie que me ayudara». Ahora, Djazia está atravesando un momento delicado. El tumor se ha reproducido y el diagnóstico no es bueno. «No tiene cura. Estamos intentado alargar lo máximo posible con el tratamiento. Claro, es inevitable pensar en la muerte«, reconoce.
Merche es farmacéutica. Tiene 49 años, está separada y es madre de dos hijos de 14 y 12 años. Uno de ellos padece una enfermedad rara debido a una mutación genética. Con 9 meses de edad el neurólogo no que no sabía si iba a poder hablar o caminar, y que iba a necesitar mucho trabajo. Nadie les asesoró acerca de dónde acudir para que trabajaran con él. Por ello, tuvieron que buscar por sus medios algún centro donde acudir con su hijo e intentar sacar el máximo de sus capacidades. Asegura que se ha encontrado sin ayuda. Aun así, ha sacado adelante a sus hijos mientras ha plantado cara al cáncer.
«Creo que ha sido fundamental la fuerza mental, porque ahora pienso en lo que he tenido que sacar adelante yo sola, estando con un tratamiento tan fuerte y teniendo que asistir al hospital tan a menudo, y no se cómo he podido. Supongo que porque no tenía otra opción», confiesa Merche.
A pesar de estos desafíos, es importante destacar la resiliencia de estas madres. Muchas de ellas encuentran en su rol de cuidadoras una fuente de inspiración y fuerza adicional para enfrentar el cáncer de mama. Además, también buscan apoyo en organizaciones, como Fundación Querer, lo que demuestra la importancia de la comunidad en momentos tan difíciles.
Fundación Querer: comprometidos con la mejora de la vida de los niños con enfermedades neurológicas
En el marco del mes de las personas con discapacidad, Fundación Querer comparte sus logros y compromisos en la atención y el apoyo a niños con enfermedades neurológicas y sus familias. Desde su fundación, la organización ha trabajado de manera incansable para marcar la diferencia en las vidas de quienes enfrentan desafíos neurológicos. La entidad, sin ánimo de lucro, nació con una misión clara: mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades neurológicas y sus familias. Esta misión impulsa todos sus esfuerzos y motiva a trabajar cada día.
Por ello, y con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre el Cáncer de Mama, 19 de octubre, y el Día Mundial de la Salud Mental, 10 de octubre, Fundación Querer se alía en este doble desafío con la firma de joyería Luxenter para crear un collar solidario.
Lanzamiento del collar solidario: un símbolo de apoyo al cáncer de mama y la salud mental
En un esfuerzo por unir fuerzas en este doble desafío, Luxenter y Fundación Querer han creado tres collares solidarios. Estos collares, creados con amor y dedicación, se erigen como un símbolo de esperanza y apoyo para las personas afectadas por el cáncer de mama y las que luchan por su salud mental. El collar solidario es una muestra de solidaridad que une estas dos causas importantes en un esfuerzo por generar conciencia y apoyo a la mujer.
Los tres modelos de collares están a la venta tanto en tiendas físicas como online de la marca. La edición es limitada, hasta fin de existencias. La donación irá destinada a la concienciación en salud mental, que será el 10% de todo lo recaudado a través de las ventas obtenidas durante el mes de octubre y a través de las joyas solidarias de Luxenter.
En este mes de concienciación sobre la salud mental y el Cáncer de Mama, honramos y aplaudimos a las madres que, con amor inquebrantable, enfrentan dos batallas a la vez. Su ejemplo de superación y fortaleza es una fuente de inspiración para todos.