Muy poco estudiado y analizado el tema de la hermandad no es, sin embargo, un tema importante en el desarrollo de los niños que tienen hermanos.

El papel de ésta es múltiple. En primer lugar, permitirá al niño a compartir y tejer lazos desde su más tierna edad, sentir sentimientos que van desde la rivalidad hasta la solidaridad, lo contribuye a la construcción de la identidad del niño. Pero, ¿qué ocurre cuando uno de los hermanos es discapacitado? ¿Cómo lo viven los hermanos? Eso es lo que vamos a tratar en este artículo.

 

 

Una multitud de sentimientos

Cuando en una familia hay un niño con discapacidad, numerosos sentimientos contradictorios van a emerger. El hermano sin discapacidad puede sentir sentimientos diversos frente a la situación y en momentos diferentes. Los sentimientos pueden ir de los celos del hecho de que los padres pueden «estar más centrados » sobre el niño con discapacidad, de la vergüenza, de la injusticia, de la culpabilidad o todavía una madurez que no es la «normal» para su edad. Cada historia es diferente. Ciertos niños van a desarrollar lo que se llama el síntoma del niño sabio. Es el niño que quiere evitar «problemas» suplementarios a sus padres. Otros sentirán del odio y de los celos hacia su hermano o hermana con discapacidad. Otros sobreprotegen a su hermano y se sienten obligados a realizar una misión: » ayudar a sus padres buscando lo mejor para su hermano o su hermana «.

En todos los casos el niño debe aprender a vivir con la discapacidad y los sentimientos que ésta puede provocar. Y así como en todas las familias esto va a construir su identidad y los sentimientos evolucionarán en coherencia con su construcción identitaria. Es posible que al principio el niño sienta celos, que van a transformarse en sobreprotección o en orgullo. ¡Cada historia es diferente!

Es importante que los padres)hablen con los hermanos sin discapacidad y sobre lo que pueden sentir y explicarles por qué actúan así y el derecho a sentir esas cosas allí. En ciertos casos, es necesario hablar con una persona exterior como un psicólogo. El diálogo también es importante para que cada niño de la familia pueda encontrar su sitio en el seno de la familia.

 

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