[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Patricia Sánchez Rodríguez-Estremera
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Un pequeño pez, pícaro y descarado, roba un bombín a un pez grande pensando que no lo necesita o no se dará cuenta, o simplemente que a él le queda mejor. Al menos eso es lo que él mismo se dice para no despertar su mala conciencia.
Su intención es huir a un bosque de algas para no ser descubierto. Pero, ¿realmente no se habrá dado cuenta el pez grande? El pececillo está convencido de que se saldrá con la suya, ¿será así?
Las ilustraciones son sencillas y bonitas, el pececito es muy muy confiado y es lo que hace que sea aun más divertido. Todos nos hemos sentido en algún momento identificados con el pequeño pececito.
Finalizando la historia nos encontraremos las ilustraciones sin texto, lo que hace que cada uno imagine el final de distinta manera. Os puedo asegurar que si dejáis volar la imaginación de los más pequeños os llegaréis a sorprender.
Jon Klassen es un maestro de la sutileza y la parquedad: con solo tres personajes, muy pocas palabras y muy pocas ilustraciones (eso sí, maravillosas) cuenta una historia llena de aspectos a desarrollar: un pez roba el sombrero de otro, dándose a sí mismo explicaciones tranquilizadoras y dando por supuesto que se va salir con la suya. Con tan pocos elementos,antes de llegar al final ya hemos soltado la carcajada más de una vez.
La American Library Association (Asociación de bibliotecas americanas —es decir, estadounidenses—) acaba de otorgar la prestigiosa medalla Caldecott de oro 2013 a Jon Klassen por este libro.
La medalla Caldecott distingue desde 1938 al mejor álbum de cada año, y ha premiado a autores como Maurice Sendak (Where the Wild Things Are) o Arnold Lobel (Fables). De las cinco medallas de plata que el comité ha decidido conceder este año entre los más de 700 libros presentados, una es también para Jon, por sus ilustraciones para Extra Yarn, del autor Mac Barnett.
Jon Klassen a través de este cuento consigue hablar a los niños y niñas sobre la propiedad, lo que está bien y lo que no, las mentiras y el autoengañarse.
Edad recomendada :a partir de 4 años.
Esperemos que estos cuentos se conviertan en “su cuento», el cuento que todos consideramos como nuestro y al que volvemos una y otra vez.
¡Feliz día!
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Patricia Sánchez Rodríguez-Estremera
Experta en lecturas «adaptadas».
Mamá de de Javier.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][/vc_column][/vc_row]