Soler cuenta con más de 30 años de experiencia en medicina pediátrica
Se une a la Fundación Querer como nuevo miembro de su Comité Científico
Virginia Soler Vigil cuenta con más de 30 años de experiencia en el campo de la Medicina, en concreto, en la especialidad de Pediatría. Su vocación le ha llevado a ‘cruzar el charco’ y ejercer su profesión en distintos centros hospitalarios de Buenos Aires (Argentina). Médico Especialista en Cuidados Intensivos Pediátricos, una disciplina que, asegura, favorece «acercarte a la persona enferma como un todo», es también Profesora colaboradora de Pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo.
Desde hace más de una década, trabaja como directora médico en el grupo hospitalario HM Hospitales. Ahora, se une al Comité Científico de la Fundación Querer con el objetivo de «trabajar conjuntamente para buscar sinergias que permitan avanzar en el conocimiento e investigación para mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades neurológicas y necesidades educativas especiales».
Pregunta: Lleva más de 30 años dedicada al campo de la medicina. ¿De dónde le viene la vocación médica?
Respuesta: Desde muy pequeña, siempre que me preguntaban «qué quieres ser de mayor», sabía que quería ser médico. No sé muy bien la razón y, aunque no tenía referencias cercanas en mi familia, desde siempre supe que era la profesión a la que me quería dedicar y, dentro de la Medicina, especialmente a la Pediatría. Si hoy tuviera que volver a elegir, sin duda, escogería la misma carrera y especialidad. Para mí es un privilegio ejercer una profesión en la que poder aportar lo que está en mi mano para mejorar, en lo posible, la calidad de vida de los pacientes y la de sus familias.
P: ¿Por qué decidió especializarse en Cuidados Intensivos Pediátricos?
R: Las especialidades que más me atrajeron siempre fueron las que no se circunscriben de forma muy específica a un único sistema, sino que son más globales, como pediatría, medicina interna, cuidados intensivos, etc. Desde mi punto de vista, favorecen acercarte a la persona enferma como un todo y me gusta más que dedicarme a una especialidad demasiado circunscrita o concreta. Aunque todos los especialistas son necesarios, más aún, cuando los conocimientos de cada área son cada vez más amplios y súper especializados. Intento integrar la asistencia del enfermo contando con todas las especialidades que sean precisas, sin perder la visión del paciente como un todo, como una persona.
«Las especialidades que no se circunscriben de forma muy específica a un único sistema, como pediatría, medicina interna, cuidados intensivos, etc. favorecen acercarte a la persona enferma como un todo»
El interés por Cuidados Intensivos Pediátricos viene por esa posibilidad de integrar y aplicar conocimientos de muchas especialidades en momentos muy críticos, que requieren una especialización también en aplicación de técnicas muy concretas. Tuve la suerte de formarme en el Hospital Infantil de La Paz, que fue una de las cunas de esta subespecialidad en España. Aprender el manejo de niños en situaciones críticas y la ayuda a sus familias en esos momentos tan complicados, tal como yo lo viví durante mi periodo de médico residente, fue lo que me decidió a formarme en esta área.
P: Trabajó durante varios años en Argentina. ¿Cómo fue su experiencia en Latinoamérica? ¿Qué diferencias notó respecto a España?
R: Durante los primeros años en Argentina, pude seguir mi formación como intensivista pediátrica y, posteriormente, trabajar ya como médico adjunto. El nivel científico, los conocimientos médicos y la capacidad docente, eran excelentes en el centro donde me formé, el Hospital de Niños J.P. Garrahan de Buenos Aires.
La carga laboral y el volumen de pacientes con patología grave era muy superior al que yo estaba habituada a manejar en España. Eso me permitió ganar mucha experiencia en poco tiempo, aunque a costa de una carga laboral muy intensa.
«Mi trabajo consiste en facilitar que todos los demás puedan atender a los pacientes y sus familias con la seguridad de que lo estamos haciendo lo mejor posible»
Las principales diferencias son la disparidad socioeconómica, dependiendo del centro de trabajo y la posibilidad de acceso a una asistencia médica de calidad y dependiendo de la región de procedencia de los pacientes.
P: Ya de vuelta en España, se incorporó al equipo de HM Hospitales como médico pediatra y, después, como directora médico. ¿Cómo es su valoración de estos últimos años? ¿Se encuentra cómoda en la faceta como directora médico?
R: Tras unos años trabajando en el área asistencial, se me ofreció la oportunidad de incorporarme a la Dirección Médica. Actualmente, hace ya 13 años que me dedico a esta tarea y he pasado por diferentes hospitales, siempre dentro de HM Hospitales.
Es cierto que no realizo labores estrictamente asistenciales, pero haber trabajado mucho tiempo como médico da una visión que creo que es muy útil para poder hacer bien mi trabajo. No es tan diferente porque, en definitiva, mi trabajo consiste en facilitar que todos los demás puedan atender a los pacientes y sus familias con la seguridad de que lo estamos haciendo lo mejor posible.
«Formar parte del Comité Científico de la Fundación Querer es una oportunidad de buscar sinergias que permitan avanzar en el conocimiento e investigación para mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades neurológicas»
P: ¿Cómo conoció a la Fundación Querer?
R: La conocía a través del Dr. Pablo Lapunzina, que forma parte del Comité Científico y colabora con la Fundación desde hace años. Recientemente, surgió la posibilidad de colaboración entre HM Hospitales y La Fundación de Investigación de HM Hospitales, con la firma del acuerdo de colaboración con la Fundación Querer.
P: ¿Qué supone para usted comenzar a formar parte del Comité Científico de la Fundación?
R: Para mí es una oportunidad de trabajar conjuntamente desde HM para buscar sinergias que permitan avanzar en el conocimiento e investigación para mejorar la calidad de vida de los niños con enfermedades neurológicas y necesidades educativas especiales. Contar con la experiencia de ambas partes y sumar recursos, creo que es una oportunidad excelente para conseguir los objetivos comunes, que siempre son poner al paciente y sus familias en el centro.