Encontrar campamentos de verano adecuados para niños con trastornos neurológicos presenta numerosos desafíos para los padres. Estos campamentos deben ofrecer un entorno que combine diversión y aprendizaje con el apoyo terapéutico necesario, algo que no es común en la mayoría de las opciones disponibles. Los padres buscan programas que proporcionen estimulación cognitiva, logopedia, terapia ocupacional y actividades físicas adaptadas, mientras aseguran que sus hijos mantengan sus rutinas y continúen progresando en su desarrollo.
Además, es crucial que el personal esté capacitado para manejar las necesidades específicas de estos niños, desde dificultades en la comunicación hasta problemas de atención e hiperactividad. La falta de campamentos que cumplan con estos criterios a menudo deja a los padres con opciones limitadas, obligándolos a buscar alternativas especializadas que pueden no estar disponibles en su localidad, o que implican un costo y logística adicionales significativos.
Medio centenar de familias encuentran cada año en el campamento de verano de la Fundación Querer este oasis multidisciplinar para sus hijos. Hablamos con dos de las familias que repetirán la experiencia el mes que viene.
La experiencia de A: «Sale feliz del campamento»
A cumplirá 4 años a finales de julio. Tiene un retraso global del desarrollo que afecta especialmente a su comunicación y lenguaje. Sus padres decidieron incorporarlo al Cole de Celia y Pepe, una iniciativa de la Fundación Querer, para su primer curso de infantil. «Estamos felices con esta decisión y el niño está mejorando mucho,» afirman sus padres.
Este año será el segundo en que A asistirá al campamento de verano de la Fundación Querer. «El año pasado acudimos por primera vez cuando nos refirieron este campamento desde el Centro de Atención Temprana al que asistía A,» comentan. Los padres de A preguntaron al centro sobre la posibilidad de algún campamento de verano que continuara con el trabajo de estimulación global, logopedia, terapia ocupacional, autonomía, entre otros, que se venía realizando durante el curso académico. Así fue como entraron en contacto con la Fundación Querer y, a raíz del campamento, decidieron cambiar a su hijo de colegio, iniciando en el Cole de Celia y Pepe en el curso 2023/2024.
En casa de A destacan especialmente la combinación equilibrada que los profesionales de la Fundación logran entre juego, estimulación, aprendizaje y entretenimiento. «A través del juego, la actividad física y diferentes técnicas de estimulación y aprendizaje, hacen que los niños se lo pasen genial, descansen, se relajen, cambien de actividades respecto de lo que hacen durante el curso, pero continúen en su camino de exprimir al máximo el potencial de estos niños, que es muchísimo.»
A la hora de preguntar si recomiendan este campamento, los padres de A reconocen que lo hacen fervientemente. «Tanto si tu hijo/a tiene algún problema del desarrollo diagnosticado como si percibes que tiene algún área de su desarrollo psiconeurológico que precisa de estimulación (lenguaje, comunicación social, psicomotricidad, focalizar la atención, reducir la hiperactividad, etc.), este es el campamento perfecto. No se ofrece nada igual en el amplio catálogo y oferta de los campamentos de verano.»
La experiencia de Eric: «Nos encanta el progreso que consigue»
Eric es un niño de Murcia que tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). A pesar de la distancia, Lydia y su familia no dudan en viajar cada verano hasta Madrid para que Eric participe en el campamento. «Eric ha asistido al campamento de verano de la Fundación Querer durante dos años, y este año será el tercero. También participó en un campamento de Navidad que organizaron hace un par de años.»
La familia ha decidido repetir la experiencia debido al notable progreso de Eric. «Nos encanta el progreso que consiguen en natación, los materiales, las instalaciones y los profesionales que tienen,» afirma Lydia. Además, menciona que aprovechan los meses de julio para visitar a los abuelos de Eric en Madrid, y consideran este campamento como el mejor lugar para él, ya que les transmite mucha confianza.
Lo que más destaca Lydia del campamento es el clima que se crea en su organización. «Destaco el buen ambiente que crean en la organización.»
En cuanto a los beneficios, Lydia señala varios aspectos positivos. «Aporta beneficios como seguir en contacto con el ambiente académico al acabar el colegio en vacaciones, relacionarse con otros niños, natación, juegos… La mejora atencional y en natación es muy evidente, además de lo bien que lo pasa y la alegría con la que entra por las mañanas.»
Finalmente, Lydia reconoce que recomienda de manera decidida el campamento. «Es muy recomendable, de 5 estrellas, diría yo. Es idóneo para niños con dificultades que no se benefician de unas vacaciones con terapias. Sobre todo, cuando el tiempo y la constancia son tan importantes para su progreso y desarrollo.»
Campamento de la Fundación Querer
Este campamento está pensando para niños con dificultades de aprendizaje (retraso en lectoescritura, TDAH, retraso madurativo etc.), y podrán disfrutar de ocio y terapias con atención adaptada e individualizada. Estos niños, necesitan seguir recibiendo atención y refuerzo durante las vacaciones. El verano es muy largo, por eso durante el mes de julio, nos encargaremos de que reciban la estimulación que necesitan de forma lúdica, ayudando de paso a las familias en la conciliación laboral.
La actividad va dirigida a todos los niños con dificultades de aprendizaje (retraso en lectoescritura, TDAH, retraso madurativo etc.), con edades comprendidas entre los 4 y 15 años (divididos por niveles) que quieran seguir recibiendo refuerzo en distintas áreas: atención, lectoescritura, psicomotricidad etc.… de forma lúdica durante la última semana de junio y las tres primeras semanas del mes de julio.