La Navidad es una época ideal para crear momentos únicos en familia, y el cine puede convertirse en una herramienta maravillosa para promover valores como la empatía, la solidaridad y la inclusión. Sin embargo, cuando hay niños con necesidades especiales o discapacidad, elegir una película adecuada requiere un enfoque más reflexivo.
Los terapeutas de la Fundación Querer han seleccionado diez títulos que no solo entretienen, sino que también aportan beneficios emocionales y educativos para todos los miembros del hogar. Los psicólogos, logopedas y demás profesionales de la Fundación Querer han elaborado una lista de recomendaciones.
Cuento de Navidad, la versión animada del clásico de Dickens, invita a explorar emociones como la empatía, la gratitud y el arrepentimiento. “Es una excelente oportunidad para que los niños aprendan cómo nuestras acciones impactan a los demás, algo especialmente útil para aquellos que tienen dificultades para manejar sus emociones”, explican desde el departamento de psicología.
En la lista no podía faltar Klaus, una película española, nominada a los Oscar, que combina una narrativa sencilla con un mensaje profundo sobre la generosidad y el impacto de los pequeños actos de bondad. Este largometraje no solo entretiene, sino que empodera a los niños con discapacidad al enseñarles que ellos también pueden ser agentes de cambio. “Es una obra que fomenta la autoestima y el sentido de comunidad en los niños, algo fundamental para su desarrollo emocional”, señala Benjamin Pitters, profesor de Inglés de El Cole de Celia y Pepe, de Fundación Querer.
Por otro lado, el humor de Solo en casa puede ser un gran aliado para trabajar con niños habilidades como la planificación y la resolución de problemas. “La creatividad del protagonista inspira a los pequeños a encontrar soluciones a los desafíos cotidianos, incluso si enfrentan barreras físicas o sociales”, apunta Carolina Pérez, profesora de El Cole de Celia y Pepe.
Para trabajar la aceptación de las diferencias, Rudolph, el reno de la nariz roja es una metáfora poderosa que conecta con niños que han vivido experiencias de exclusión. Según Susana Lominchar, directora de El Cole de Celia y Pepe, “Rudolph enseña que nuestras diferencias pueden ser nuestra mayor fortaleza, una lección fundamental para niños que enfrentan prejuicios o falta de comprensión”.
Del mismo modo, Paddington 2, aunque no es estrictamente una película navideña, ofrece una historia sobre amabilidad y aceptación que resulta muy útil para reforzar habilidades sociales y empatía. “Paddington muestra cómo los vínculos familiares y de amistad pueden superar las barreras, lo cual es esencial para niños con dificultades en la interacción social”.
Otra recomendación es El Grinch, una historia que transforma emociones negativas en esperanza y que resalta el valor del amor y la comunidad. “Es ideal para trabajar la gestión emocional con niños que tienen dificultades para relacionarse o expresar sus sentimientos”, señala Alba, una de las neuropsicólogas de la Fundación Querer.
Frozen es otra de las cintas que se ha colado en esta lista, ya que aborda la aceptación personal a través de su protagonista, Elsa, quien aprende a ver su singularidad como una fortaleza. “Elsa es un modelo inspirador para niños que luchan con su autoimagen o sienten presión por encajar”.
Para trabajar valores como la colaboración y el trabajo en equipo, Arthur Christmas: Operación regalo es una elección perfecta. “Arthur demuestra que todos, independientemente de nuestras habilidades, podemos aportar algo valioso al éxito colectivo”. Finalmente, aunque no es una película navideña, Coco merece un lugar especial en esta lista por su enfoque en la familia y la memoria. “Es ideal para abrir un diálogo sobre tradiciones y la conexión con los seres queridos, especialmente para niños con dificultades cognitivas o del habla”, concluye la guía de recomendaciones de la Fundación Querer.
Estas películas no solo ofrecen entretenimiento, sino que también pueden convertirse en herramientas terapéuticas y educativas. “El cine tiene el poder de enseñar, conectar y generar emociones positivas, convirtiéndose en una experiencia inclusiva para toda la familia, especialmente en una época tan especial como la Navidad”, concluyen los terapeutas de la Fundación Querer.