La fisioterapia pediátrica es una rama especializada que se dedica a «guiar, acompañar, aconsejar, prevenir, tratar y cuidar a los más pequeños, desde el recién nacido hasta niños y adolescentes». Lucía Cerra, fisioterapeuta del Gabinete Multidisciplinar de la Fundación Querer, explica que su objetivo principal es abordar cualquier patología congénita o adquirida que esté asociada a trastornos del movimiento o que presenten un retraso global del desarrollo motor. Este campo no solo se centra en la rehabilitación, sino también en la prevención y el acompañamiento del desarrollo infantil.
Uno de los principales beneficios de la evaluación pediátrica realizada por fisioterapeutas es la detección temprana de problemas asociados al desarrollo motor. Según Lucía Cerra, los fisioterapeutas pueden «detectar y prevenir de manera temprana algún problema asociado al desarrollo motor«. Esto permite intervenir a tiempo y evitar que los problemas se agraven, asegurando así un desarrollo más armonioso para el niño.
Existen diversas señales que pueden indicar la necesidad de una evaluación de fisioterapia en un bebé. Algunas de estas señales incluyen «tendencia a mirar siempre hacia el mismo lado o dormir siempre del mismo, utilizar más una mano que otra cuando están iniciándose en el agarre y la manipulación, cualquier movimiento que deban hacer de manera simétrica para ambos lados y que solo lo realicen para un lado, rechazar el juego boca abajo a partir del tercer trimestre». Detectar estas señales a tiempo puede prevenir complicaciones mayores y facilitar un tratamiento adecuado.
La fisioterapia pediátrica aborda una variedad de condiciones comunes en bebés. Entre ellas se encuentran los retrasos del desarrollo motor, las deformidades craneales, problemas gastrointestinales como gases, estreñimiento, cólico del lactante y reflujo, así como patologías neurológicas que cursan con dificultades motóricas. Cada una de estas condiciones requiere un enfoque especializado para asegurar que el tratamiento sea efectivo y adecuado a las necesidades del bebé.
El proceso de evaluación pediátrica por un fisioterapeuta es exhaustivo y detallado. Lucía describe que comienza con «una entrevista con los padres», seguida de «una evaluación global del niño, valorando la parte motora, neurológica y del entorno para ver si puede estar favoreciendo o no en el desarrollo y sino poder ayudar a los padres a favorecerlo». Este enfoque holístico permite al fisioterapeuta comprender mejor las necesidades específicas del niño y diseñar un plan de tratamiento personalizado.
Las sesiones de fisioterapia para bebés después de la evaluación inicial son diseñadas cuidadosamente. Lucía Cerra explica que se plantean «objetivos a corto y a largo plazo y según las necesidades de cada peque realizamos la sesión de una forma, estando presentes en las sesiones los intereses de cada niño y la motivación a través de los juegos planteados«. Este enfoque lúdico y motivador asegura que el niño participe activamente en su proceso de rehabilitación, facilitando así el logro de los objetivos terapéuticos.
El papel de los padres en el proceso de fisioterapia pediátrica es fundamental. Lucía destaca que «el apoyo de los padres es fundamental en este proceso, ayudando a favorecer el entorno para que nuestro peque tenga los recursos necesarios para poder ir mejorando». Los padres no solo proporcionan apoyo emocional, sino que también ayudan a implementar las recomendaciones del fisioterapeuta en el entorno diario del niño, lo que es crucial para el éxito del tratamiento.
En términos de futuro, Lucía Cerra señala que «la investigación en fisioterapia pediátrica está todavía en desarrollo, la investigación si es compleja en adultos, en pediatría es aún más complejo por lo que todavía está en expansión y desarrollo». Esto sugiere que, aunque se han logrado avances significativos, aún queda mucho por explorar y mejorar en este campo.
La fisioterapia pediátrica desempeña un papel vital en el desarrollo infantil. «Gracias a la evaluación temprana y a la intervención adecuada, los niños pueden superar obstáculos y alcanzar su máximo potencial». La dedicación de los fisioterapeutas y el apoyo de los padres son fundamentales para asegurar que cada niño reciba la atención y el cuidado que necesita para un desarrollo saludable y feliz.