Durante el verano, es común que los niños con trastornos del neurodesarrollo experimenten una interrupción en sus rutinas y actividades de estimulación, lo que puede resultar en retrocesos significativos en su progreso terapéutico. Para los niños neurodivergentes, esta pausa puede ser particularmente perjudicial, ya que perder el ritmo de sus terapias y aprendizajes puede aumentar las conductas disruptivas y la resistencia al retorno a la escuela.
Un año más, la Fundación Querer lanza su campamento de verano, consolidándose como una cita imperdible en el calendario de la entidad. Esta iniciativa, que atrae a familias de diferentes comunidades, es testimonio de su éxito y relevancia. Los padres reservan con meses de anticipación para asegurar una plaza, sabiendo que sus hijos disfrutarán de unas semanas llenas de estimulación, ocio y alegría, bajo el cuidado de los mejores profesionales.
El campamento de verano de la Fundación Querer está diseñado específicamente para niños, niñas y adolescentes de 4 a 15 años con trastornos del neurodesarrollo y dificultades de aprendizaje. Durante estas semanas de julio, los participantes se benefician de un entorno terapéutico que ofrece estimulación cognitiva, del lenguaje, psicomotricidad, natación e inglés, todo ello en un marco lúdico. Este enfoque no solo ayuda a mantener los progresos terapéuticos durante el parón veraniego, sino que también proporciona un espacio seguro y divertido, garantizando una experiencia enriquecedora tanto para los niños como para sus familias.
Daniela Tautiva es la Coordinadora del Gabinete de Fundación Querer.
P. Un año más, Fundación Querer lanza su campamento de verano. ¿Podemos decir que estamos ante una cita ya consolidada en el calendario de FQ?
R. Claro que sí, sin duda. Tenemos familias que reservan con muchos meses de anticipación para no perder la plaza. Muchos viajan de otras comunidades para poder traer a sus hijos y repiten al año siguiente.
P. Para quienes no lo conozcan aún, ¿qué es el campamento de verano de FQ?
R. Es un espacio que ofrece la Fundación para que nuestros niños pasen estas semanas de julio rodeados de estimulación, ocio y alegría. Un espacio donde las familias pueden traer a sus hijos unas horas con la tranquilidad de dejarlos en manos de los mejores procesionales.
P. ¿Cuál es el público objetivo de este campamento de verano?
R. Niños, niñas y adolescentes de 4 a 15 años con trastornos del neurodesarrollo y dificultades del aprendizaje.
P. En líneas generales, ¿qué aporta este campamento a ese público objetivo?
R. Estimulación cognitiva, estimulación del lenguaje, psicomotricidad, natación e inglés en un marco de ocio y diversión.
P. ¿Qué beneficios han observado en los niños que asisten al campamento?
R. En el verano se hace un parón importante de las rutinas, de las actividades de estimulación y aprendizaje de los más pequeños de casa; esto suele ser un problema para la vuelta al cole en niños normalmente, en el caso de los niños neurodivergentes lo es aún más, por lo que el campamento ayuda a reducir conductas disruptivas, oposición y resistencia a la vuelta al cole. Además de ofrecerles ocio y diversión dentro de un entorno terapéutico, por lo que no dejamos de trabajar en los objetivos marcados a lo largo del curso desde las diferentes áreas terapéuticas.
P. ¿Qué otras actividades se realizan a lo largo del campamento?
R. Tenemos estimulación cognitiva, estimulación del lenguaje, psicomotricidad, natación e inglés. Todo esto lo llevamos a cabo a través de actividades de tipo lúdicas como teatro, danza, manualidades, juegos de rol, entre otros.
P. ¿Cómo están adaptadas las actividades para satisfacer las necesidades de los niños con necesidades especiales?
R. Nuestros profesionales tienen gran experiencia con niños con necesidades especiales por lo que sabemos que cada niño es un mundo y, por eso, nuestros grupos son lo más homogéneos posibles y reducidos a cinco niños máximo por tutor. Incluso, tenemos siempre algunos con dos tutores acompañándoles y guiando las actividades todo el día.
P. Muchos padres temen que sus hijos pierdan en verano el progreso que han alcanzado durante el curso en el colegio y en terapia. ¿Es el campamento una solución para esto?
R. Lo es, durante el campamento ofrecemos una constante estimulación terapéutica, por lo que evitamos el llamado “parón de verano” que suele perjudicar los procesos terapéuticos.
P. Las familias también buscan un espacio seguro. ¿Qué tipo de profesionales participan en el campamento?
R. Los niños están siempre acompañados por psicólogos, neuropsicólogos, logopedas, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.
P. No hay que olvidar que es verano, y son vacaciones. ¿Hay espacio para el ocio? ¿Cómo se alcanza el equilibrio entre diversión y horas didácticas?
R. Las actividades las diseñamos con la idea siempre de que, aunque deben estimular y cumplir objetivos terapéuticos, sean divertidas para nuestros niños; cuando sabes lo que haces puedes transformarlo de tal manera que se cumplan ambas al mismo tiempo.
P. ¿Cuál es la respuesta de las familias?
R. Las familias aman esta actividad, repiten cada año, viajan desde lejos para poder asistir y terminan con una gran satisfacción de haberles ofrecido a sus hijos una gran experiencia en verano.