Los amigos son una parte indispensable de la vida. Son esos compañeros de aventuras con los que se atraviesan las diferentes etapas y con los que se crea un baúl de los recuerdos común. Hay personas a las que les resulta más difícil encontrar un grupo de iguales con los que compartir planes. Una situación que se da mucho en el entorno de la discapacidad. “Existen muchas opciones de ocio, pero suelen acudir a ellas en compañía de sus padres. Por eso, tratamos de darles la oportunidad de crear su grupo de amigos y de disfrutar, con ellos, de todas las actividades que realizamos durante el año”, explica Andrea Lasheras, terapeuta ocupacional y responsable del Club de Amigos de la Fundación Querer.
Las actividades que propone este proyecto no distan en nada de las que disfrutan el resto de niños y jóvenes. Desde una fiesta de Navidad hasta una visita a Faunia, pasando por carnaval, Halloween o el Atoope Park. “Tienen una carencia de iguales con los que hacer salidas y disfrutar del tiempo libre”.
Club de amigos de adolescentes: planes y autonomía
El Gabinete Multidisciplinar de la Fundación Querer cuenta con un Club de amigos adolescentes, enfocado en jóvenes de entre los 12 y los 17 años. Dos sábados al mes los chicos del Club quedan en las instalaciones de la Fundación y, desde aquí, salen acompañados por un terapeuta para realizar diferentes actividades: ir al parque a pasear, desayunar juntos, ir al cine… “Lo más satisfactorio es verles llegar llenos de ilusión. Cuentan los días para reencontrase con sus amigos y con los terapeutas que les acompañamos. Realmente, el Club se convierte en su grupo de amigos”, explica Andrea Lasheras.
“El objetivo principal es suplir la carencia de grupo de amigos con los que usar el tiempo libre. De esta manera, les damos la oportunidad de salir de la burbuja familiar y de su entorno más cercano”, comenta Andrea. Para ello, los chicos van acompañados en todo momento por el terapeuta que se encarga de guiarles, ayudarles, fomentar la cohesión grupal y desarrollar la autonomía. “No tenemos ningún problema a la hora de planificar las salidas. Estudiamos la oferta lúdica que ofrece la ciudad en cada época del año y acudimos a las que más nos interesan. Son las mismas a las que van el resto de adolescentes”.
Actividades
El Zoo, Faunia, Museos, el Jardín Botánico, el Planetario o A toope Park son algunos de los lugares donde el Club de Amigos de la Fundación Querer organiza sus salidas. Además, cada época del año se celebra con gran entusiasmo. “Tenemos fiesta de Navidad, de Pascua, de Carnaval... hacemos el Amigo Invisible. Ahora, cuando llegue Halloween, tenemos pensado salir por la zona de la Fundación para pedir caramelos por las casas”, explica Andrea Lasheras, terapeuta ocupacional.
Autonomía
Otro de los objetivos que persigue el Club de Amigos de adolescentes es el de otorgar a los chicos una autonomía que les sirva para el futuro. Para ello, durante las salidas se integran acciones con las que poder desenvolverse fuera de su zona de confort. “Si vamos al McDonald’s, ellos son los encargados de pedir y de pagar. Si nos quedamos en la Fundación, hacemos talleres de cocina en los que les ayudamos a recoger, limpiar, pasar la aspiradora… Son ellos quienes llevan la iniciativa”, comenta la terapeuta ocupacional.
El Club de Amigos también vela por el bienestar de los chicos que participan en él. Por ello, también se trabajan situaciones como las de acudir a un aseo público o pedir ayuda en caso de perderse. “Les explicamos que deben sentirse protegidos y tener intimidad. Que deben quedarse solos dentro de lo que es el baño. También trabajamos con ellos cómo comunicarse con la Policía en caso de necesitar su ayuda”, afirma Andrea Lasheras.
Club de amigos kids
No sólo los adolescentes son quienes se benefician de todos los servicios que ofrece el Club de Amigos. Existe la versión kids, dirigida a niños de 4 a 11 años con dificultades de aprendizaje y/o socialización, pensada como un espacio de juego donde compartir momentos de diversión bajo un enfoque terapéutico guiado.
Los niños juegan y practican sus habilidades sociales acompañados por una terapeuta del equipo multidisciplinar de la Fundación Querer, que se encarga de guiarles en un juego libre que ellos decidan, en el que se fomentan competencias como: el disfrute en el juego compartido, la espera de turnos, la toma de decisiones compartidas, la psicomotricidad, la autonomía y la interacción interpersonal. Esta actividad se realiza en las instalaciones de la Fundación Querer dos viernes alternos al mes en horario de tarde de 17.30 a 19.00 horas.
“Aquí encuentran un espacio donde poder jugar con iguales en un entorno seguro, moderado por terapeutas que les ayudan a resolver conflictos, a relacionarse con iguales”, afirma Andrea. El escondite, el juego de las sillas o el pilla-pilla son los protagonistas de estas sesiones con los más pequeños. “También hacemos manualidades que luego se convierten en regalos para los padres”.
Desde el Club de Amigos definen este lugar como el espacio donde los niños “lo pueden ser de verdad”. Actualmente, existen varias opciones a nivel de terapia, pero muy pocos espacios para fomentar la integración social, tan necesaria para que los más pequeños se sientan aceptados y queridos. “Por eso, se nota que están deseando venir. La amistad traspasa las paredes. Los padres se relacionan entre sí y, cuando nos vamos, vemos como algunos niños siguen jugando entre ellos por las instalaciones de la Fundación”, comenta con orgullo Andrea Lasheras.
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Si quieres matricularte o informarte sobre alguna de estas actividades, no dudes en contactar con nosotros en info@fundacionquerer.org o llamando al 91 628 86 59. ¡Te esperamos!