Siempre se ha dicho que cuando conectamos conocimientos y cuando utilizamos un aprendizaje en un contexto distinto de aquel para el que fue creado quiere decir que estamos aprendiendo de manera significativa. Pero… ¿Realmente propiciamos en la escuela que se produzcan las conexiones necesarias para garantizar que el alumno está aprendiendo de modo significativo?

Cosas que deberíamos tener en cuenta en la escuela para aprovechar al máximo las conexiones que el cerebro del niño pide a gritos.

UNIDAD METODOLÓGICA

Estamos acostumbrados a que la coordinación en los claustros sea independiente. De modo que los maestros de infantil se reúnen con los de infantil, los de primaria con los de primaria y secundaria con secundaria. De este modo estamos dando por hecho que cada etapa tiene su punto y final…

No hay ni un solo contenido de los que se trabajan en infantil que no tenga una razón de ser en el futuro. No se enseña porque sí conceptos como largo/corto, lleno/vacío, el cuadrado, …

Si existiera una íntima coordinación vertical en los colegios y mantuviéramos una correcta unidad metodológica entre los maestros de infantil y primaria veríamos como de manera «casi mágica» se comienzan a producir conexiones que permiten que el aprendizaje sea significativo y, sobre todo, que esté conectado.

Las fases que deberíamos seguir desde infantil hasta, al menos 6.ºEP, son las siguientes:

  1. Provocar dinámicas y situaciones de juego que permitan al niño ser libre, liberarse del corsé de alumno y ser lo que es, niño.
  2. Dejar al niño hablar en su idioma. Debemos hacer el esfuerzo de comprender su idioma, no exigirles que se expresen en idioma de adulto. Si les dejamos hablar en su idioma nos haremos una idea del grado de adquisición del contenido en cuestión.
  3. Proponerles siempre actividades retadoras.
  4. Acompañarles en la verbalización de aquello que ya han descubierto… ¡Ya conocen, ya saben, ya han aprendido… Ahora solo falta saber el nombre del hallazgo!

INFANTIL MARCA EL RITMO

Cuando los niños pasan de 6.ºEP a 1.ºESO es frecuente que los profes hagan comentarios como: «Es que estos niños no comprenden lo que leen». «Es que estos niños no razonan». «Es que estos niños no saben estudiar».

Algo parecido ocurre en el paso de 5 años a 1.ºEP: «¡No saben leer!». «No saben estar sentados». «Solo quieren jugar y jugar».

Pobres los profes de infantil que solo pueden quejarse de las familias. «¡A este niño no le han puesto límites!» «¡Ni siquiera controla esfínteres!» «¡Aún sigue con chupete!»

La realidad es que Infantil marca el ritmo. El niño tiene como cerebro una esponja capaz de absorber todo aquello que nos propongamos. El proceso metodológico que sigamos para provocar que el cerebro del niño empiece a preparar el terreno para establecer conexiones es clave. ¿Y si el proceso se mantiene también en primaria? ¿Y si enchufamos infantil con primaria y nos sorprendemos de ver como corre la energía y se encienden bombillas en sus cabezas?

ALGUNOS EJEMPLOS

Imaginemos que estamos comenzando a trabajar conceptos como largo/corto… Llega un momento en que, tras haber trabajado desde el juego y la manipulación, conceptos como más largo que y más corto que aparece ante nosotros la expresión «TAN COMO».

Fijaos como un buen trabajo en infantil del concepto largo/corto repercute en el futuro aprendizaje:

De este par de regletas, después de mucha manipulación podemos afirmar que:

  • La negra es más larga que la amarilla.
  • La amarilla no es más larga que la negra.
  • La amarilla es más corta que la negra.
  • A la amarilla le falta «un trozo» para ser tan larga como la negra.
  • La amarilla y la roja juntas son tan largas como la negra.
  • La negra es tan larga como la amarilla y la roja juntas.
  • Si a la negra le quito la roja me queda la amarilla.
  • Si a la negra le quito la amarilla me queda la roja.

Si establecemos la regleta blanca como «1», entonces la roja la podemos establecer como «2», la amarilla como «5» y la negra como «7». Por tanto, viendo la misma representación podemos decir que:

  • 7 es mayor 5.
  • 5 no es mayor que 7.
  • 5 es menor que 7.
  • 5 + X = 7
  • 5 + 2 = 7
  • 7 = 5 + 2
  • 7 – 2 = 5
  • 7 – 5 = 2

Fijaos como con un contenido «tan simple» como largo/corto pasamos de manera sencilla al concepto de mayor, menor, suma, resta… ¡Incluso se ha colado por ahí una ecuación!

Que «inocuo» parece el concepto lleno/vacío… Qué poca importancia le damos y, sin embargo, qué útil sería comprender que si está lleno, está lleno y si falta un poquito, entonces NO está lleno… Mirad qué curiosa conexión nacerá en futuro de haber trabajado correctamente el concepto lleno en 4 años:

Si llenas un vaso con agua, ¿cabrá más agua en el vaso? Si tu respuesta fue sí entonces, ¿estaba lleno o no estaba lleno el vaso de agua? Si seguimos echando un poquito más de agua y comprobamos que sigue cabiendo agua entonces… ¿Estaba lleno o no estaba lleno? ¡Si está lleno de agua es que no cabe ni una sola gota más! El razonamiento que se produce escuchando al alumno emitir sus hipótesis es fantástico… ¿Y si nos callamos y les dejamos hablar? ¡Si les dejamos hablar les escucharemos razonar!

Dicen los libros de texto que 1 decímetro cúbico es igual a 1 litro… Sin embargo, los niños dicen que 1 litro de agua se puede beber pero un decímetro cúbico, no (¡los decímetros no se beben!)… Por tanto, 1 litro y un decímetro cúbico no deberían llamarse «iguales»… ¿Quizá equivalentes?

Si fabricamos un cubo de 1 decímetro de arista (también llamado decímetro cúbico) y echamos dentro exactamente un litro de agua ocurrirá que… ¡Se llena el cubo! No es que se llene más o se llene menos. Simplemente, se llena, simplemente no cabe más agua.

¡Me encanta echar carreras con mis alumnos! Carreras en pasos… Ellos se empeñan en dar pasos «de gigante» porque dicen que si no, no pueden ganarme…  ¡Pero a mí no me gusta perder así que decido que echaremos carreras en «pies» y, claro, tengo un 44 así que gano siempre! En realidad ganaron ellos el día en que dijeron «¡Claro profe es que tu pie es más grande, si yo tuviera tus zapatos…! ¡Hecho, conexión establecida! En la cabeza de los niños desde los 5 años está el germen de lo que luego será el cambio de unidades y la comprensión de por qué al pasar de una unidad a otra más pequeña el número se hace más grande y no más pequeño (del mismo modo que eran necesarios menos pies de profe y más pies de alumno para recorrer la misma distancia).

Y si echamos carreras… ¡Cómo no jugar a las carreras de empatar! Tú juegas con regletas rojas y yo con regletas verde claro… Preparados, listos, ¡ya! Es genial cuando gritan «¡Ya hemos empatado!» ¿Analizamos el empate y vemos las conexiones?

  • La roja es más corta que la verde claro.
  • La verde claro es más larga que la roja.
  • Tres rojas juntas son tan largas como dos verdes claro, juntas.
  • Tres veces dos equivale dos veces tres (propiedad conmutativa de la multiplicación).
  • La roja y la verde claro empatan en el 6 (mínimo común múltiplo), y también en el 12 (múltiplo común) y empatarán infinitas veces más.

¡Si hemos jugado a «empatar» habremos preparado desde los 4 años un concepto que cogerán primaria y no soltarán jamás! Elegid un contenido de infantil, cualquiera, dadle una vueltecita al coco y encontraréis conexiones que no podemos pasar por alto…

CONECTAR ES RAZONAR

Nos suele preocupar a padres y profes que nuestros alumnos no razonen adecuadamente. Habitualmente relacionamos razonamiento con resolución de problemas. En todos los ejemplos anteriores se han resuelto problemas, en todos los ejemplos se ha llegado de manera razonada a la respuesta.

¿Es tu alumno capaz de conectar conocimientos? Si la respuesta es sí… ¡Enhorabuena porque está razonando! Si la respuesta es no…

¡¡¡A qué esperas para enchufar infantil y primaria y dejar que se produzca la conexión!!!

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Profe Bernabeu.