El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) está rodeado de numerosos mitos y verdades que pueden llevar a confusión. Un mito común es que el TDAH es solo una excusa para el mal comportamiento, cuando en realidad es un trastorno neurobiológico reconocido que afecta significativamente el funcionamiento diario. Repasamos los mitos más extendidos entre la sociedad sobre este trastorno.

Mito: El TDAH no es una enfermedad real.

Verdad: El TDAH es un trastorno neurobiológico reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Se manifiesta a través de síntomas persistentes de inatención, hiperactividad e impulsividad, los cuales afectan significativamente las actividades diarias y la calidad de vida de quienes lo padecen. Es fundamental comprender que se trata de una condición médica legítima que requiere diagnóstico y tratamiento adecuados.

 

Mito: El TDAH solo afecta a los niños.

Verdad: Aunque el TDAH se diagnostica comúnmente en la infancia, muchos síntomas persisten en la adolescencia y la adultez. Aproximadamente el 60% de los niños con TDAH continúan mostrando síntomas significativos en la adultez. La falta de diagnóstico y tratamiento temprano puede llevar a complicaciones adicionales en la vida adulta, como problemas laborales y de relaciones interpersonales.

 

Mito: Los niños con TDAH son maleducados.

Verdad: Los comportamientos impulsivos y la falta de atención en niños con TDAH no son intencionales. Estos niños tienen dificultades para controlar sus impulsos y mantener la concentración debido a diferencias en el desarrollo cerebral. Es importante que padres y educadores comprendan esta realidad y busquen estrategias efectivas para apoyar a estos niños en lugar de etiquetarlos como maleducados.

 

Mito: El TDAH es causado por una mala crianza.

Verdad: El TDAH tiene una base genética y neurobiológica fuerte. Factores ambientales y de crianza pueden influir en la manifestación y severidad de los síntomas, pero no son la causa directa del trastorno. Los estudios han demostrado que el TDAH es altamente heredable, y las diferencias en la estructura y función cerebral juegan un papel crucial en su desarrollo.

 

Mito: Los niños con TDAH eventualmente superan el trastorno.

Verdad: Si bien algunos síntomas pueden disminuir con la edad, el TDAH persiste en la mayoría de los casos hasta la adultez. Las personas con TDAH continúan enfrentando desafíos relacionados con la inatención, la impulsividad y la regulación emocional. Por lo tanto, el tratamiento y el apoyo continuo son esenciales para ayudar a las personas a manejar sus síntomas de manera efectiva a lo largo de su vida.

 

Mito: Solo los niños varones tienen TDAH.

Verdad: El TDAH afecta tanto a niños como a niñas, aunque puede presentarse de manera diferente. Las niñas con TDAH a menudo muestran menos síntomas de hiperactividad y más síntomas de inatención, lo que puede llevar a diagnósticos tardíos o incorrectos. Es crucial que los profesionales de la salud y la educación estén atentos a estas diferencias para asegurar un diagnóstico y tratamiento adecuado para todos los niños.

 

Mito: Las personas con TDAH son menos inteligentes.

Verdad: El TDAH no está relacionado con la inteligencia. Las personas con TDAH pueden tener niveles de inteligencia superiores al promedio. Sin embargo, sus síntomas pueden interferir con su rendimiento académico o laboral, creando la falsa impresión de que tienen menos capacidad intelectual. Con el tratamiento y las estrategias adecuadas, pueden alcanzar su pleno potencial.

 

Mito: Los medicamentos para el TDAH son peligrosos y adictivos.

Verdad: Los medicamentos para el TDAH, cuando se utilizan bajo la supervisión de un profesional médico, son seguros y eficaces. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, pero son manejables en la mayoría de los casos. Los beneficios de los medicamentos en la mejora de la concentración, el control de impulsos y la reducción de la hiperactividad suelen superar los riesgos.

 

Mito: El TDAH se puede curar con dieta y suplementos.

Verdad: No hay evidencia científica sólida que respalde la idea de que el TDAH se pueda curar únicamente con dietas especiales o suplementos. Mientras que una dieta saludable puede apoyar el bienestar general, el TDAH generalmente requiere una combinación de tratamientos, incluyendo medicamentos, terapia conductual y apoyo educativo para manejar los síntomas de manera efectiva.

 

Mito: Los niños con TDAH necesitan más disciplina.

Verdad: La disciplina estricta no aborda las causas subyacentes del TDAH y puede aumentar la frustración y el estrés tanto en el niño como en los padres. Las estrategias de manejo del comportamiento, junto con el apoyo especializado, son mucho más efectivas para ayudar a los niños con TDAH a desarrollar habilidades de autorregulación y comportamiento adecuado.

 

Mito: El TDAH es simplemente una falta de esfuerzo.

Verdad: Las personas con TDAH suelen esforzarse mucho más para mantener la concentración y la organización. El trastorno afecta su capacidad para regular la atención y el comportamiento de manera consistente. Reconocer sus esfuerzos y brindar apoyo adecuado es esencial para ayudarles a superar los desafíos que enfrentan.

 

Mito: El TDAH se diagnostica en exceso.

Verdad: Aunque existe debate sobre el diagnóstico del TDAH, muchos casos siguen sin ser diagnosticados o tratados, especialmente en niñas y adultos. Un diagnóstico preciso requiere una evaluación exhaustiva por parte de profesionales capacitados, quienes utilizan criterios específicos para identificar el trastorno y diferenciarlo de otras condiciones.

 

Mito: Las personas con TDAH no pueden concentrarse en nada.

Verdad: Las personas con TDAH pueden hiperfocalizarse en actividades que encuentran interesantes o estimulantes. Sin embargo, tienen dificultades para mantener la atención en tareas que consideran aburridas o repetitivas. La hiperfocalización puede ser una ventaja en ciertos contextos, pero también puede ser un desafío cuando hay que cambiar de tarea o priorizar.

 

Mito: Las escuelas pueden manejar el TDAH sin intervención médica.

Verdad: Las adaptaciones en el aula son importantes, pero muchos estudiantes con TDAH también necesitan tratamiento médico y terapéutico para manejar sus síntomas de manera efectiva. La combinación de apoyo educativo, intervenciones conductuales y tratamiento médico proporciona el enfoque más completo para ayudar a los estudiantes con TDAH a tener éxito.

 

Mito: Las personas con TDAH son perezosas.

Verdad: La procrastinación y la falta de organización en personas con TDAH no son señales de pereza. Estas dificultades se deben a problemas en la función ejecutiva del cerebro, que afectan la capacidad de planificar, iniciar y completar tareas. Con el tratamiento y las estrategias adecuadas, pueden aprender a gestionar mejor estas dificultades y llevar una vida productiva.