Las peleas a las hora de la comida son un habitual en muchas casas donde hay niños. La efectividad de los viejos trucos como el de ‘aquí viene el avión’ se pierde muy pronto. Igual ocurre con la paciencia. No obstante, hay que dedicar un tiempo oportuno a resolver este tipo de conflictos, pues la educación alimentaria es clave para el futuro de nuestros hijos. Por ello, es fundamental no caer en el tópico de que ‘sólo son cosas de niños’, pues esa negativa a comer puede estar motivada por alguna dificultad para realizar el procesamiento sensorial de los alimentos. O lo que es lo mismo: problemas en la manera en la que el cerebro ingresa, combina y procesa la información que recibe a través de los sentidos y responde de forma adecuada y adaptada a los estímulos externos.

Comer es una de las tareas sensoriales más complejas a la que se enfrenta un niño. En ella intervienen distintos procesos a nivel sensorial, oral y motor. Sin embargo, tanto en niños normotípicos como en aquellos con algún tipo de discapacidad, se pueden desarrollar dificultades en el procesamiento sensorial que complican el día a día de las familias. Una situación que, además, puede generar estrés y agobio en casa, limitar mucho el día a día, además de provocar carencias nutritivas en el niño que obliguen a recurrir a batidos de proteínas o vitaminas.

Por ello, la formación de niños, padres y profesores se convierte en indispensable para adquirir los conocimientos y herramientas necesarias a la hora de comer. Así, Fundación Querer convoca su segunda edición del Taller de Alimentación: un festín sensorial. Se celebrará el próximo 10 de febrero y las matrículas ya están abiertas. A continuación, detallamos el contenido que se abordará durante el taller. Pero antes, conozcamos el importante papel que juega la terapia ocupacional en el ámbito de la alimentación.

 

Terapia ocupacional en la alimentación

Para conocer más en detalle el papel que juega la terapia ocupacional en este tipo de casos, charlamos con Elena Yagüe Garde, terapeuta ocupacional especialista en problemas de alimentación, nutrición y lactancia. Además, es una profesional certificada en Integración Sensorial. Una voz más que autorizada para arrojar algo de luz sobre esta cuestión.

Pregunta- ¿Cuál es la diferencia entre un mal comedor y niños con dificultades en el procedimiento sensorial?

Respuesta- No podemos establecer esa diferenciación. Cuando nos encontramos con un niño mal comedor o comedor quisquilloso, una vez descartado que haya una causa orgánica, debemos pensar que seguramente haya implicaciones sensoriales en conjunto normalmente con aspectos oromotores y de aprendizaje. Una dieta limitada no va a favorecer un adecuado desarrollo sensorial y una relación positiva con la comida. La selectividad alimentaria es un puzle donde todas las piezas, -sensorial, oromotor, aprendizaje, emociones, comportamiento…- suelen estar descolocadas.

P- ¿Cómo se realizan las evaluaciones para intervenir las dificultades en la integración sensorial?

R- La alimentación es el doctor House de medicina interna. Uno de los procesos más complejos del ser humano. Por ello, un Terapeuta ocupacional especialista en alimentación debe orientar la valoración a identificar todos aquellos factores que pueden estar impactando en la dificultad para comer. Debemos tener una base teórica para detectar alteraciones estructurales o situaciones de malnutrición para poder derivar a nuestros compañeros logopedas y nutricionistas. Por supuesto, es nuestra labor valorar cómo procesa el niño las sensaciones a nivel intraoral y corporal así como poder identificar el nivel de inflexibilidad cognitiva que esta presente en ese momento. No podemos valorar el procesamiento sensorial de manera aislada ya que, como hemos mencionado, la alimentación es un engranaje. Y si falla una pieza, posiblemente falle el resto.

P- ¿Qué papel juega la terapia ocupacional en este tipo de casos?

R- Formamos parte de un equipo transdiciplinar donde nuestra labor -junto a logopedas, nutricionistas, psicólogos y equipo médico- va a apoyar la alimentación de los pequeños y sus familias para garantizar, en primer lugar, la salud y poder favorecer la expansión de la dieta de estos niños. Nuestro objetivo es mejorar las habilidades de alimentación para poder hacer frente a alimentos de distintas texturas así como cambiar la relación negativa que tienen con los alimentos. El rol del Terapeuta Ocupacional, por su visión holística de la disfunción, es muy importante en el abordaje de este tipo de disfunciones.

P- ¿Qué tratamiento se aplica para paliar esas dificultades?

R- Cuando nos especializamos en alimentación, sobre todo para intervenir el modelo de procesamiento sensorial así como abordajes más específico, usamos técnicas como S.O.S Feeding,Talk Tools o Get Permission. En algunos casos, intervenimos en etapas mucho más tempranas como en procesos de lactancia materna no exitosa cuando tenemos la formación adecuada.

P- No existen los milagros, pero… ¿hay pequeños tips que pueden ayudar a los padres a la hora de enfrentarse a la estresante hora de la comida?

R- La familia y otros profesionales deben saber que el juego es la máxima herramienta de intervención para que un niño coma. Con la comida si se juega, pero fuera del momento de comer. Los principales abordajes establecen que se comienza a intervenir fuera de la mesa. Comer debe ser un momento placentero para el niño, por lo que el momento de comer no es adecuado para marcarles desafíos. Estos deben ocurrir fuera de la mesa. Es muy importante que los niños coman con sus familias. Necesitan que las neuronas espejo tengan un modelo que imitar. Por desgracia cuando hay un problema con la alimentación los niños suelen comer solos.

P- ¿Cómo se debe actuar con el niño se niega, en redondo, a comer?

R- Nunca hay que forzar la alimentación. Si un niño no quiere comer nos esta diciendo que algo no va bien. Es labor de los pediatras prestar más atención a los papás cuando acuden preocupados y ver más allá de la conducta. Una analítica no es determinante para valorar un problema de alimentación. Cuando la comida se comete en una batalla, es el momento de buscar ayuda. Las madres y padres no deben sentirse culpables. Lo han hecho muy bien, solo que alguna pieza del puzle no encaja, por lo que no podemos acabar de montarlo.

Segunda edición del Taller de Alimentación: un festín sensorial

Para ello, la Fundación Querer celebra el próximo sábado, 10 de febrero, la segunda edición del Taller de Alimentación: un festín sensorial. El curso dará protagonismo a la parte práctica y experimental para trasladar todos las pautas a los alumnos. El curso tendrá lugar en calle Sopelana 5, pabellón de formación de la Fundación Querer, con una duración total de tres horas, entre las 10:30 y las 13:30.

 

Temas a tratar durante el taller:

  • ¿Cómo exploramos desde todos los sentidos (gusto, tacto, olfato, visual, auditivo) los alimentos que comemos?
  • Conocer los utensilios sensoriales como facilitadores de las texturas de los alimentos.
  • Herramientas para casa para hacer de la comida un momento agradable, claves para regular a los niños e introducir nuevos alimentos.
  • Estrategias que nos capaciten a mamás y papás para sentirnos más seguros y flexibles en la alimentación de los hijos.

Contenidos del taller:

  • ¿Cómo influye la comida a los sentidos?
  • Estrategias para que la comida sea de manera calmada.
  • Pasos que hay que realizar cuando un niño prueba un alimento.
  • Practica donde vamos a sentir desde todos los sentidos y la justificación de los niños con esos problemas.
    Integración sensorial y alimentación.

Contacta con nosotros

Si quieres matricularte o informarte sobre este taller, no dudes en contactar con nosotros en info@fundacionquerer.org o llamando al 91 628 86 59. ¡Te esperamos!