El Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) reclama la creación urgente de un plan nacional de prevención y detección de abusos a personas con discapacidad ante la manifiesta ineficacia de las medidas existentes al respecto, constatada por el aumento de las denuncias realizadas por personas del colectivo. Noticias como la hecha pública esta misma semana sobre la detención de ocho menores por abusar sexualmente de una niña de 13 años con discapacidad refuerzan la preocupación de CEDDD acerca de una problemática que, lamentablemente, no es aislada y que requiere una acción inmediata y concertada.
En este sentido, CEDDD no entiende la ausencia de un plan nacional de prevención y detección de abusos a personas con discapacidad, teniendo en cuenta los datos que maneja el sector. A saber:
- Al menos un 80% de las personas con discapacidad psíquica e intelectual sufrirán algún tipo de abuso a lo largo de su vida
- Solo el 3% de las personas con discapacidad que han sido abusadas son capaces de verbalizarlo.
- El 40% de las mujeres con discapacidad ha sufrido algún tipo de violencia en la pareja, incluyendo el abuso sexual.
- Las mujeres con discapacidad tienen un riesgo 10 puntos porcentuales más alto que el resto de las mujeres a sufrir violencia en todos los tipos, psicológica, física, sexual o económica.
- El 80% de los estudiantes con discapacidad es víctima de acoso escolar.
- Las personas con discapacidad son entre 4 y 10 veces más vulnerables que las personas sin discapacidad
Ante esta realidad, CEDDD hace hincapié en la necesidad imperante de un plan nacional que aborde la prevención y detección de abusos a personas con discapacidad. Este plan debe incluir medidas específicas para proteger a este colectivo vulnerable, así como protocolos claros para la identificación y denuncia de abusos.
La toma de medidas específicas es especialmente acuciante en todo lo relacionado con el abuso sexual, por propia vulnerabilidad del colectivo y la dificultad de las personas con ciertas discapacidades intelectuales y cognitivas para detectarlo. Esto es una afrenta a la dignidad humana y una violación flagrante de los derechos fundamentales de estas personas. A lo que hay que sumar sus efectos sobre la salud mental, dado que los abusos sexuales causan un profundo trauma físico, emocional y psicológico en las víctimas.
«Es inaceptable que las personas con discapacidad sean víctimas de abusos y en proporciones alarmantes. Necesitamos acciones concretas que incluyan la educación, la concienciación y el fortalecimiento de mecanismos de protección. No podemos permitir que esta problemática siga siendo ignorada o entendida como hechos aislados», sostiene Mar Ugarte, vicepresidenta de CEDDD.
Por todo ello, CEDDD reclama un plan a nivel nacional para garantizar el bienestar y la integridad de las personas con discapacidad que aborde las siguientes acciones necesarias:
- Educación y Sensibilización: Es fundamental crear programas de educación y sensibilización que promuevan la conciencia sobre la discapacidad y la importancia de prevenir y denunciar abusos, así como facilitar su afloramiento.
- Mejorar el Acceso a la Justicia: Las autoridades deben garantizar que las personas con discapacidad tengan un acceso efectivo a la justicia y que se tomen medidas efectivas y reales para castigar a los perpetradores de abusos.
- Apoyo a las Víctimas: Se deben establecer servicios de apoyo psicológico y social específicos para las víctimas de abuso con discapacidad.
- Supervisión y Regulación: Las instituciones que cuidan a personas con discapacidad deben ser supervisadas y reguladas de manera efectiva para prevenir abusos.
- Colaboración: Organizaciones de derechos humanos, instituciones gubernamentales y la sociedad civil deben colaborar para abordar este problema de manera integral.