«Ser madre supone un desafío y un reto para cualquier mujer, y las mujeres con síndrome de Asperger comparten ese mismo deseo e ilusión, pero en su caso es más frecuente que se sientan superadas por los obstáculos y las dificultades que se van encontrando hacia su camino a la maternidad».
Así lo remarcan los psicólogos Juan Martos y María Llorente, del Equipo Deletrea en Madrid, en su nuevo libro centrado en este trastorno del neurodesarrollo ‘La vida en Orden Alfabético’ (La Esfera de los Libros), con quienes hablamos con motivo del Día Internacional del Asperger, que se celebró el 18 de febrero.
En concreto, Juan Martos, director del citado centro de psicología cuenta en una entrevista con Infosalus que ‘Asperger’ se enmarca actualmente dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), aunque hasta hace 3-4 años se consideraba un síndrome como tal.
«Es una de las manifestaciones del TEA de alto nivel de funcionamiento que no conlleva discapacidad intelectual, si no más bien al contrario, suelen tener una inteligencia en la media o por encima de la media, basada en la detección de patrones, de sistemas», valora.
Además, dice que son poco hábiles desde el punto de vista social. «Son personas que se suelen caracterizar por su torpeza motriz, sobre todo en ámbitos de precisión, como deportes de tipo colectivo y que conlleven reglas, por ejemplo. Se les dan mejor los individuales», describe este experto.
A su vez, se trata de personas con dificultades para la comprensión del mundo emocional, aunque pueden hacerlo también, pero a través de la vía de la lógica y del razonamiento. «En situaciones de tipo emocional procedemos con habilidades que construimos de manera habitual, de empatía, y esto un asperger, aunque puede hacerlo, les cuesta porque no han construido ese tipo de mecanismos», señala Martos.
Es más, destaca que son personas generalmente brillantes y con capacidades geniales, con muy buenas competencias del lenguaje, pero que luego presentan dificultades para entender el doble sentido de las cosas, o para manejarse bien con la compresión de las ironías o de los chistes, por ejemplo, con todo aquello que no coincide con el sentido literal de las frases. Presentan también torpeza motora y son ingenuos socialmente», añade.
Suelen ser niños en los que no hay retraso del lenguaje, que pueden adoptar características de pedantería, y dan muestra de inteligencia temprana en muchos ámbitos. Martos dice que hay muchos asperger que aprenden a leer de forma temprana. «Pasan desapercibidos hasta los 3-4 años donde se tienen que poner en juego ciertas habilidades sociales y de interacción con los demás», subraya este experto del Equipo Deletrea.
Se trata de una condición que dura toda la vida, y que no tiene por qué heredarse de padres a hijos, aunque siempre que exista un caso en la familia habrá más probabilidades de que vuelva a suceder, ya que tiene base genética. Puede tener lugar igualmente por un fallo genético que se produzca al azar, en casos en los que no hay ningún familiar con este trastorno.
A su vez, indica que es más frecuente en hombres que en mujeres, con una proporción de 4:1. «En el caso de asperger estamos empezando a tener una información un poco más fehaciente y clara de un perfil de funcionamiento que caracteriza a las chicas, donde se ve que les da de forma más suave que en hombres, y hace que pasen desapercibidas», precisa Martos.
En concreto, dice que las mujeres con asperger tienen mejor conservadas algunas habilidades de empatía básica, que los hombres con asperger; aparte de que juegan un poco más imaginativamente con muñecas, y no es hasta que no llega la adolescencia, que se tienen que poner en juego desarrollos sociales y de tipo emocional más complejos, donde puede observarse más característicamente ese perfil de TEA.
«Son personas que pueden ser muy amigas de sus amigas, que no te van a mentir, en las cuales puedes confiar, que se pueden desempeñar con bastante competencia en trabajos relacionados con sus habilidades o puntos fuertes. Eso sí, la mayor parte de situaciones sociales son generadoras de ansiedad para ellas, aunque en la medida en la que se conozcan su forma de ser y de relacionarse con los demás, así como sus puntos fuertes, pueden ser personas que aportan mucho al desarrollo de la de la sociedad», valora el psicólogo.
Para leer el articulo original pincha aquí