[vc_row][vc_column width=»2/3″][vc_column_text]Antonio Alberto Fernández

Diplomado en Magisterio, especialidad en Educación Especial. Licenciado en Psicopedagogía y con amplia experiencia en Intervención Educativa en alumnos con discapacidad intelectual.

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2 Abril: Día Mundial de concienciación del Autismo

 

Con motivo del Día Mundial sobre la Concienciación del Autismo (2 de abril), en la presente entrada os acercaré a las características generales que presentan las personas con Trastorno del Espectro del Autismo.

En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que el Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), tal y como indica su nombre, es un trastorno que abarca a una gran cantidad de personas con características muy diferentes – de ahí que es un espectro. Se caracteriza por una gran heterogeneidad. No obstante, se pueden establecer unas características concretas, manifestándose en grado diferente según la persona.

También es necesario aclarar que, al ser un espectro de gran diversidad, muchas veces, sobre todo en niños pequeños, se hace difícil establecer un buen diagnostico diferencial. Sobre todo porque hay varias patologías que comparten rasgos con el TEA.

Las manifestaciones clínicas pueden variar mucho, así como la capacidad intelectual, pudiendo presentar desde discapacidad intelectual hasta capacidades intelectuales dentro del rango de la media, o por encima en algunos casos.

Las características comunes dentro del TEA son:

– Habilidades de interacción diferentes a las habituales. Pueden presentar escaso o nulo interés por las relaciones sociales, o hacer un uso diferente de las mismas.

– Alteraciones en las habilidades de comunicación verbal y no verbal. Pueden ser desde personas que no presentan lenguaje, hasta personas que sí, pero les cuesta mantener una comunicación funcional.

– Presentación de un repertorio limitado de intereses y de conductas.

– Dificultades para entender las emociones e intenciones de los demás y para ponerse en el lugar de los demás.
– Falta de flexibilidad cognitiva y resistencia a los cambios.

Conociendo algunas de sus características, ciertas pautas que se pueden tener en cuenta para el desarrollo de las personas con TEA pueden ser las siguientes:

– Diseñar un entorno estructurado, organizado y predecible. De tal manera que se facilite la comprensión del mismo y se pueda reducir la ansiedad por la dificultad para comprender lo que pasa alrededor.

– Establecer unas rutinas con las que la persona pueda anticipar los acontecimientos futuros, favoreciendo así su autonomía. Anticipar en la manera de lo posible aquellos cambios que pudieran suceder.

– Emplear apoyos visuales que favorezcan tanto la comprensión como la comunicación con los demás.

– Trabajar las habilidades sociales así como la habilidades para ponerse en el lugar del otro (Teoría de la Mente).
– Considerar que los posibles problemas de conducta que pudieran tener lugar vienen derivados en muchas ocasiones por esta falta de comprensión del entorno.

– Tener en cuenta a la familia como conocedora de la realidad diaria de la persona con TEA y como agente imprescindible en la intervención.

Para concluir, no olvidar que lo principal es dar la oportunidad a cada persona de conocerla tal y como es de intentar, en nuestro caso, adaptar la intervención a sus necesidades para conseguir una mejora en su calidad de vida.

 

 

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Antonio Alberto Fernández

Diplomado en Magisterio, especialidad en Educación Especial. Licenciado en Psicopedagogía y con amplia experiencia en Intervención Educativa en alumnos con discapacidad intelectual.

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