Un estudio ofrece esperanza en el tratamiento contra la demencia después de que los difusores ayudaran a mejorar el aprendizaje y la memoria. Los investigadores descubrieron que personas de entre 65 y 80 años expuestas a olores agradables todas las noches mejoraron habitualmente sus resultados en pruebas que implicaban aprender y recordar listas de palabras.

La autora Helen Keller dijo una vez que un olor evocador podría ser “un poderoso mago que te transporta a través de miles de kilómetros y todos los años que has vivido”. Pero, ¿podría la aromaterapia, usada a diario, también estimular la memoria a corto plazo?

«La autora Helen Keller dijo una vez que un olor evocador podría ser “un poderoso mago que te transporta a través de miles de kilómetros y todos los años que has vivido”. Pero, ¿podría la aromaterapia, usada a diario, también estimular la memoria a corto plazo?»

La relación entre el cerebro y el olfato

En concreto, el estudio sugiere que quedarse dormido con el aroma de la lavanda, la menta o el romero puede ayudar a las personas a mantener el cerebro en forma en la edad adulta, según informó la web británica “Times” el 7 de agosto.

Los investigadores encontraron que las personas de 65 a 80 años que estuvieron expuestas a un olor agradable todas las noches durante varios meses mejoraron sus resultados en las pruebas relacionadas con el aprendizaje y la memorización de listas de palabras. El grupo de control que no experimentó la fragancia, tuvo muchas menos probabilidades de mejorar.

El experimento, en el que participaron 43 personas, fue relativamente pequeño. Sin embargo, los resultados se hacen eco de otros estudios que muestran que el sentido del olfato puede cambiar la estructura del cerebro.

«… las personas de 65 a 80 años que estuvieron expuestas a un olor agradable todas las noches durante varios meses mejoraron sus resultados en las pruebas relacionadas con el aprendizaje y la memorización de listas de palabras. El grupo de control que no experimentó la fragancia, tuvo muchas menos probabilidades de mejorar.»

Estos cambios podrían tener consecuencias importantes, dicen los investigadores, porque el olfato es el único sentido que conecta directamente los circuitos neuronales del cerebro con el sistema límbico, parte del cerebro fundamental para la memoria y la emoción.

Investigaciones anteriores han demostrado que la capacidad de las personas para distinguir entre diferentes olores disminuye con la edad. Un sentido del olfato deficiente también se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar demencia en personas con problemas de memoria leves.

Al mismo tiempo, sin embargo, una gran cantidad de investigaciones sugieren que varias formas de “entrenamiento del olfato” pueden marcar la diferencia.

 

 

«… una gran cantidad de investigaciones sugieren que varias formas de “entrenamiento del olfato” pueden marcar la diferencia.»

 

Puedes leer el artículo completo en The Times.