Innovar es cambiar la manera convencional de hacer las cosas para obtener mejores resultados. Y si hablamos de innovar, la educación constituye un territorio pleno de oportunidades. Al igual que en otras partes del mundo, en México existen ejemplos notables de escuelas y organizaciones que han decidido incursionar en el territorio de lo no convencional, evolucionando hacia modelos educativos que buscan desarrollar en el alumno habilidades alineadas de manera efectiva con un mundo que exige altos niveles de competitividad, multiculturalidad, creatividad y dominio de la tecnología.
Con la vista en el futuro – innovaciones educativas
La innovación educativa es una ruta de alta velocidad a la que es posible llegar a través de diferentes caminos: desde propuestas para las cuales resulta imprescindible el apoyo de tecnología sofisticada, hasta prácticas que hacen uso creativo y eficiente de los recursos disponibles. Lo importante es proponer y generar cambios que modifiquen de manera fundamental el valor educativo o impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Hoy más que nunca, México requiere de maestros audaces y dispuestos a implementar ideas que permitan alinear la práctica educativa con el momento actual. Pon tu mente en modo innovador «ON» y conoce cómo, dónde y qué están haciendo algunas de las escuelas más innovadoras de nuestro país para, ¿por qué no?, robar una o dos pinceladas de inspiración que se conviertan en plataforma de lanzamiento para tu propia revolución en el salón de clases.
De la idea a la acción – escuelas para la innovación educativa
Si tienes una mente inquieta, de las que suelen tener múltiples y muy diferentes ideas, pero te paralizas ante la complejidad que supone llevarlas a la práctica, no estás solo, pues es frecuente no saber cómo dar el paso siguiente hacia la implementación.
En su Decálogo de un proyecto innovador, Fundación Telefónica provee una lista con criterios que permiten evaluar el nivel de innovación de un proyecto educativo. Toma en cuenta factores como la incorporación de tecnologías digitales, el modelo pedagógico y el diseño instruccional; es básicamente un checklist para evaluar ideas y, con base en ello, determinar su potencial y viabilidad.
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